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Led Zeppelin resucitará en Londres en la cita más esperada del rock

Reaparición del cantante Robert Plant, el guitarrista Jimmy Page y el bajista John Paul Jones, los tres supervivientes del legado, se reunirán con la excusa de un tributo dedicado al fundador de la discográfica estadounidense Atlantic.


Su disolución, hace casi treinta años, no logró borrarles del olimpo más absoluto del rock. En medio de una expectación abrumadora, los legendarios Led Zeppelin resucitarán este lunes en el auditorio londinense O2 Arena su extraordinario legado.



Que las viejas glorias del rock sientan nostalgia por los escenarios no es algo novedoso. Hoy en día, el regreso de veteranísimos de los decibelios como los Sex Pistols o The Doors no hace más que confirmar una tendencia que parece ir en aumento.



Pero la reaparición del cantante Robert Plant, el guitarrista Jimmy Page y el bajista John Paul Jones, los tres supervivientes de Led Zeppelin, se ha convertido en una de las citas -por no decir «la» cita- más anticipadas de la historia de la música.



La excusa, en esta ocasión, la brinda el tributo dedicado al fundador, en 1947, de la discográfica estadounidense Atlantic Records, Ahmet Ertegun, un concierto homenaje en el que llenará el vacío que dejó en 1980 la muerte de John Bonham en la batería su hijo Jason Bonham, quien al parecer ha heredado los genes privilegiados de su progenitor.



La incalculable influencia que tuvo el cuarteto británico en grupos posteriores del hard-rock; el misticismo de sus letras y las pinceladas blues y folk de algunos de sus temas auparon por derecho a esta curtida formación a los libros más sagrados de la música. Libros salpicados, con frecuencia, por leyendas negras que proyectan una imagen oscura de sus componentes.



El concierto en Londres estaba programado inicialmente para el pasado 26 de noviembre aunque tuvo que posponerse forzosamente ante la fractura que sufrió en un dedo el guitarrista Jimmy Page, felizmente recuperado.



Esta reunión, todo un caramelo para los nostálgicos del heavy rock, coincide, casi, con el lanzamiento el pasado 13 de noviembre de «Mothership. The Very Best Of Led Zeppelin», un CD doble que recopila veinticuatro de los temas más conocidos del grupo, que se formó hace ya treinta y nueve años.



Y no sólo la excepcional reunión de Page, el cantante Robert Plant y el bajista Jones en un escenario convertirá el acontecimiento en especial. La banda estará arropada por una selección de teloneros de lujo, entre los que figurará, con seguridad, el ex bajista de los igualmente míticos Rolling Stones, Bill Wyman and the Rhythm Kings, o el escocés Paolo Nutini, quienes no han querido perderse el singular homenaje a Ertegun.



Fue este último, «padrino», entre otros, de los Rolling Stones, y quien falleció a los 83 años en diciembre de 2006, el hombre que apostó por Led Zeppelin a finales de los sesenta después de olfatear su inmenso potencial tras escuchar una de sus maquetas.



La muerte de Bonham por intoxicación etílica dejó un agujero que llevó a la disolución del grupo, un hecho que sumió en la consternación a una legión de entregados seguidores, que heredaron, sin embargo, grandes clásicos como «Stairway to Heaven» (1971), «Heartbreaker» (1969) o «Whole Lotta Love» (1969).



Led Zeppelin, una formación cada vez más marcada por su propia leyenda; que protagonizó juegos sexuales llevados al extremo con multitudes de «groupies», y al que se achacó un gusto morboso por el ocultismo, actuó por última vez en Berlín en julio de 1980, tan sólo 2 meses antes de la muerte de su batería.



Aunque el anuncio de su separación provocó consternación entre sus incondicionales, su disolución no empañó la inabarcable influencia de su trabajo.



Desde entonces, han sido contadísimas las ocasiones en las que Page, Plant y Jones han accedido a reunirse para resucitar sus temas electrizantes. Lo hicieron, por ejemplo, en 1985, con motivo del «Live Aid», un concierto multitudinario cuyo fin era combatir el hambre en Etiopía.



Y tampoco dudaron en regresar a los escenarios tres años después, en 1988, para celebrar el cuadragésimo aniversario de Atlantic Records.



Pero las conocidas desavenencias y roces que existían entre John Paul Jones y los otros dos componentes de la banda se hicieron insostenibles en los 90, con los escarceos musicales de Page y Plant, que comenzaron a colaborar sin tener en cuenta al bajista.



Quizá por eso, muchos ven en el concierto de la capital británica algo así como una «reconciliación», sin duda especial, de una banda que en sus doce años de carrera rubricó ocho trabajos y que presume de haber vendido por todo el mundo más de trescientos millones de álbumes.



EFE

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