Socialistas Jaime Naranjo y Pedro Muñoz presentaron un proyecto de acuerdo en esa línea, el que fue derivado a la Comisión de Relaciones Exteriores para su análisis.
Molestos por lo que consideran «una ofensa para la humanidad», los senadores
Jaime Naranjo y Pedro Muñoz presentaron un proyecto de acuerdo en el cual
solicitan a la Presidenta Michelle Bachelet que haga llegar la más «enérgica
protesta» al gobierno de Estados Unidos por su decisión de continuar la
construcción de un muro en la frontera con México.
El texto, que fue remitido a la Comisión de Relaciones Exteriores para su
análisis, propone que la Mandataria instruya, si lo tiene a bien, al
Ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, para que en
representación del Senado haga llegar la protesta al gobierno, a la Cámara
Alta y a la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Asimismo, los legisladores piden que se suspendan las obras de construcción
de dicho muro, «ya que implica un agravio para todos los latinoamericanos».
Junto con ello, solicitan que se respalden todas las reclamaciones que
autoridades mexicanas o de otros países de América Central realicen ante la
Organización de Naciones Unidas y sus organismos de Derechos Humanos.
Según los senadores Naranjo y Muñoz «la construcción de este muro en la
frontera de los Estados Unidos y México, el cual afecta principalmente a
personas de origen latino, sólo puede entenderse como una medida racista,
que vulnera diversos convenios y tratados suscritos en materia de Derechos
Humanos por la comunidad internacional».
Más aún, dicen, en momentos en que los países avanzan a pasos crecientes
hacia integración económica, política y cultural producto del fenómeno de la
globalización.
Fundamentos
Producto de la gran migración que ha habido en las últimas décadas hacia
Estados Unidos, dicho país inició en 1994, la construcción de un muro en su
frontera con México, en el marco de la denominada «Operación Guardián».
Dicha decisión fue recientemente confirmada mediante la resolución 6061
aprobada por la Cámara de Representantes y el Senador de Estados Unidos, y
además fue firmada por el presidente George Bush el 26 de octubre de 2007.
En lo fundamental, se tiene contemplado construir este muro a lo largo de
1.125 kilómetros, existiendo ya tramos en ciudades como Tijuana, San Diego y
en Estados Unidos, en Arizona, Nuevo México y Texas.
Según los senadores, «la construcción de este muro debe ser entendida no
sólo como un agravio para los inmigrantes mexicanos, sino para los de toda
América Latina, siendo además una ofensa para la humanidad, que en su
conjunto celebró la caída del muro de Berlín».
