Fieles se congregaron en el santuario en las afueras de Casablanca, para celebrar el día de la Inmaculada Concepción, una de las principales festividades católicas.
Más de medio millar de católicos chilenos llegaron hoy hasta el santuario de Lo Vásquez, para celebrar el día de la Inmaculada Concepción, una de las principales festividades marianas de la iglesia Católica.
Los fieles, muchos de los cuales recorren a pie o en bicicleta 100 o más kilómetros para cumplir mandas (promesas) hechas a la Virgen, se congregaron en el santuario en las afueras de Casablanca, en la Región de Valparaíso, donde se celebran misas cada hora durante el día.
Para facilitar la masiva peregrinación con que culmina el «Mes de María», que celebra la iglesia Católica desde el 8 de noviembre, las autoridades cerraron al tránsito durante todo el día la autopista Santiago-Valparaíso.
Bajo un sol abrasador y una sensación térmica cercana a los 30 grados, los fieles llegaron para depositar ofrendas florales al templo, para pedir por la salud o bienestar de algún familiar, o bien para agradecer algún favor concedido.
Esto último es el que no escapa a la polémica ya que muchos fieles recorren el último tramo arrastrándose, de rodillas o con velas encendidas en sus manos, provocándose heridas derivadas del doloroso sacrificio.
Las laceraciones son justificadas por los feligreses que aseguran estar «muy agradecidos» por la protección de la Virgen y dicen que para estos casos cualquier sacrificio físico «vale la pena».
El tema fue comentado por el sacerdote Edwin Prieto, que aseguró a Efe que la iglesia ha hecho llamados para que la gente trate de evitar este tipo de manifestaciones.
«La Virgen es nuestra madre y una madre nunca va a querer que alguien destruya su cuerpo, pero también tenemos que respetar a todas esas personas porque no sabemos lo que están viviendo en su interior. En ellos hay una expresión de fe profunda», matizó.
En Santiago, en tanto, unas 50.000 personas llegaron al santuario de la Virgen que se alza en la cumbre del cerro San Cristóbal, donde también hubo misas durante todo el día, la principal oficiada por el cardenal arzobispo Francisco Javier Errázuriz Ossa.
