«Aquí los empresarios se burlaron de la buena voluntad de los trabajadores, quienes incluso habían aceptado una rebaja de un 10% en sus remuneraciones con tal de solucionar el problema por el que atravesaba la empresa», dijo el parlamentario.
El diputado de la UDI Sergio Bobadilla calificó como una «muy mala noticia» este lunes el cierre definitivo de la empresa textil Bellavista Oveja Tomé tras de 142 años de operaciones.
Esto, precisó el legislador que representa precisamente a la localidad de Tomé, considerando que la empresa daba trabajo a más de 800 jefes de familia y que representaba un 6,0% de la fuerza laboral de la zona, que actualmente se encuentra con una tasa de desempleo superior al 14%, es decir, el desempleo alcanzará cifras superiores al 20% en esta zona.
Bobadilla agregó que resulta »indignante» la forma en que los empresarios de dicha firma abordaron la negociación con los trabajadores, ya que «hace tres días todos los habitantes de Tomé celebraron el acuerdo a que se había llegado con la empresa, incluso con la participación del Gobierno y hoy, desconociendo todo lo anterior, nos enteramos de esta lamentable noticia».
«Aquí los empresarios se burlaron de la buena voluntad de los trabajadores, quienes incluso habían aceptado una rebaja de un 10% en sus remuneraciones con tal de solucionar el problema por el que atravesaba la empresa. Pero nada de eso sirvió, ya que al parecer, la decisión de cerrar el empresa estaba tomada de antes, pues al argumento del precio del dólar y su importante efecto en la economía de la empresa, se sucedieron otro tipo de argumentos, lo que hoy demuestra que sólo se trataba de mentiras, y que nunca existió una real volunta por llegar a una solución y salvar la empresa», añadió a través de un comunicado.
El parlamentario sostuvo que a la voluntad de los trabajadores, incluso se había sumado la del Gobierno, aportando a través de un préstamo por parte del BancoEstado el capital necesario para que no parara la empresa, «pero hoy, los resultados de todo este esfuerzo son nulos».
Bobadilla estimó que «este tipo de empresarios no le hacen bien al país, pues aquí se jugó con la ilusión y el futuro de todos los trabajadores y sus familias, quienes hoy ven con amargura la manipulación de la que fueron víctimas».
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