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«El pueblo sabe que Pinochet es responsable de los crímenes de su mandato»

Otrora magistrado aseguró que la Corte Suprema perdió la »ocasion histórica» de condenar al fallecido militar, ya que fue »presionada» para ello. »Un tribunal que se precie de tal, no puede actuar de esa manera», dijo. Por esta razón, »lamentablemente jamás se podrá decir que Pinochet fue inocente y jamás que fue culpable».


Hay curiosidades que sólo la metafísica se arriesga a explicar. Este lunes 10 de diciembre se cumple un año desde que Augusto Pinochet falleció y también hoy se celebra el Día Internacional de los derechos humanos.



Este guiño insolente de nuestra historia pasada fue el pie forzado que usó el ex ministro Juan Guzmán, cuando participó en el lanzamiento de un libro sobre la literatura y los jueces, donde aparece publicado su propio mea culpa.



Pero el primer juez que procesó y le quitó el fuero presidencial a Pinochet tiene recuerdos amargos de su vínculo judicial con el ex militar. Sobre todo cuando rememora la tramitación del caso Caravana de la Muerte, comitiva militar dirigida por el general Sergio Arellano Stark que recorrió Chile, en los días posteriores al golpe, fusilando opositores.



Guzmán recordó precisamente esta causa al ser consultado por la experiencia que más grabada quedó en su memoria.



"Primero que todo, darme cuenta de que a través de los testimonios y del documento que tenía guardado el general Joaquín Lagos, que 16 personas fueron masacradas. Y se veía la mano directa de Pinochet en las torturas, en las desapariciones forzadas", explicó.



Con esos hechos, dice Guzmán, encontró el «verdadero yo» de Pinochet: "Se me reveló otra persona, que no era aquella en que habíamos creído por mucho tiempo, porque siempre se hizo pensar que las muertes habían sido en enfrentamientos, ataques, fugasÂ… no séÂ… yo personalmente no podía creer que había tanta maldad".



Según el juez, mientras avanzaba en las distintas investigaciones, que partieron en 1998 con la primera querella presentada por Gladys Marín, "fui comprobando que los responsables no eran oficiales y suboficiales o arrebates de la soldadesca, sino que el comandante en jefe dirigía esta banda macabra y para mí fue una decepción muy grande".



"Además, el darme cuenta de que los hechos que malamente se conocían, habían sido crímenes cometidos con dolo, sistemáticos, los cinco primeros años de la dictadura con una regularidad absolutamente reiterada y eso fue lo que me costó mucho creer también", siguió.



El aberno de Dante



El ex magistrado de la Corte de Apelaciones de Santiago, que aparece en el film Missing de Costa Gavras, que se peleó con la Corte Suprema y que finalmente se retiró del Poder Judicial para asumir un cargo en la Universidad Central, siempre tuvo dudas de incluso procesar a Pinochet cuando inició la causa.



Le costó varios años encausarlo, tomando en cuenta que además el ex militar estuvo detenido en Londres por orden del juez español Baltasar Garzón. Pero cuando volvió a Chile en 2001 y se levantó, cual Lázaro, de su silla de ruedas en el aeropuerto de Santiago, se inició otra carrera contra el tiempo y la guerra que le declaró el abogado Pablo Rodríguez. Pero de eso ha pasado varios años, casi diez.



– ¿En qué parte del infierno cree que está Pinochet?

– Yo no creo en el infierno. Honestamente no creo en una vida más allá. Creo que Pinochet está descansando y que los últimos años que los vivió muy mal. No sólo el pueblo de Chile, a través de la justicia, le estaba apuntando con el dedo por su responsabilidad en los crímenes. No fue una vida que gustaría llevar cualquier anciano y pienso que, en cierto sentido, pagó en vida sus crímenes. Claro está que no de la manera en que sufrieron tantos chilenos y extranjeros que fueron torturados y asesinados, pero creo que no lo pasó bien.



¿Y qué sensación le queda después de tantos años de administrar justicia el hecho de que no haya sido condenado?

– Yo lo sometí a proceso en dos ocasiones y fue desaforado en tres oportunidades. Pero fue una desilusión muy grande de que la Corte Suprema perdiera la ocasión histórica de mantener el procesamiento de Pinochet y de que se le juzgara. Naturalmente fue presionada. Un tribunal que se precie de tal, no pudo haber actuado de esa manera.



Me produce mucha tristeza de que se haya evitado el juicio a un procesado. Así que jamás se podrá decir que fue inocente y jamás que es culpable, pero la gente, el pueblo chileno sabe, en el fondo de su, alma que fue responsable de todos los crímenes que se cometieron durante su período.

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