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UDI pierde para su Consejo General a una de sus más atractivas figuras

En medio de la polémica suscitada a raíz de la visita de Joaquín Lavín y el senador al nuevo vocero del Gobierno en La Moneda, se supo que el ex timonel gremialista declinó participar en la actividad. Sus objetivos apuntan a reivindicar al otrora alcalde como candidato presidencial de la colectividad.


Una importante baja tendrá el Consejo General de la UDI que se realizará este fin de semana en el ex Congreso de Santiago, pues el senador Pablo Longueira no concurrirá al encuentro, justo en medio de la polémica que generó, tanto al interior de su partido como entre sus socios de RN, la visita que junto a Joaquín Lavín realizó al ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal.



En el entorno del parlamentario, sostienen que, pese a que Longueira deseaba participar en la cita, un compromiso personal asumido con anterioridad, del que la directiva está enterada, se lo impedirá. Hace unos días, el parlamentario estuvo de aniversario de matrimonio y el jueves en la noche concretaría un viaje programado con antelación a fin de celebrar su enlace.



Como sea, su inasistencia provocará una serie de especulaciones debido a la coyuntura en que se produce, aunque claramente la directiva de la UDI continúa en la estrategia de bajarle el perfil a la situación. No obstante, resulta a lo menos extraño que hasta ayer martes el presidente del partido, el senador Hernán Larraín, no hubiese conversado con ninguno de los involucrados en la polémica por la visita al vocero de La Moneda.



Aparentemente, no tenía sentido hacerlo, pues el encuentro fue ni más ni menos que una «reunión de amigos», según insisten los integrantes de la directiva consultados, sobre todo si se considera que entre el lunes y ayer martes la mesa sostuvo dos reuniones -la última en dependencias del Congreso en Valparaíso- nada de informales donde, una vez más, se abordó la reunión bacheletistas-aliancistas-Vidal.



Cercanos al timonel de la UDI aseguran que constituye «una falta de respeto» siquiera pensar en que el timonel haya imaginado la posibilidad de sancionar de alguna manera a quienes, mientras la Alianza disparaba en contra de Vidal, se habrían prestado para bajar la tensión que estaba afectando al recién asumido vocero.



De hecho, fuentes de la directiva gremialista ratifican que lo sucedido no cambia para nada la estrategia asumida por la UDI -y RN por añadidura- en el caso. Tanto es así, que tras la cita de la mesa ayer martes uno de los asistentes afirmó que se confirmó que en el gremialismo «la guerra está declarada contra Vidal».



UDI se cierra a contactos con Vidal



Sin ir más lejos, Larraín ratificó tal postura al reiterar que «acuerdos o compromisos pasan por la directiva. Y, por lo tanto, mientras no haya conversaciones de la mesa con los interlocutores del Gobierno difícilmente vamos a avanzar. Pero hasta donde yo entiendo, el ministro Vidal es vocero y no interlocutor, por lo menos, hasta nuestra información reciente».



Para el dirigente, si es necesario el Ejecutivo debe definir «quiénes son los interlocutores, porque para materias políticas tenemos al ministro del Interior; para los legislativos, al de la Presidencia. Yo entendía que el ministro Vidal era vocero… Ahora, si lo van a nombrar interlocutor sería bueno que supiéramos, pero hasta la fecha entendemos que por ahí llegan los interlocutores del Gobierno», cosa que le dijo al propio titular de la Presidencia cuando se encontró casualmente con él en un pasillo del Congreso.



Para rematar, precisó que «nosotros no somos los que definimos los interlocutores de La Moneda, pero por ahora no tenemos nada en particular que hablar con el ministro Vidal», aunque no descartó tomar un café con el vocero «algún día», pero «la verdad es que por ahora no veo ningún tema de interés que hablar con él».



El objetivo de Longueira



Si hasta el lunes las intenciones de Pablo Longueira eran todo un misterio para sus compañeros de partido, de a poco y con el paso de las horas él mismo y su entorno se han encargado de aclarar cualquier duda: convencer a Joaquín Lavín de ser candidato presidencial en 2009 con el fin de frenar la racha triunfalista que existe en RN y en el círculo de Sebastián Piñera. En un solo concepto, levantar lo antes posible al aspirante de la UDI en la figura del ex alcalde de Santiago y empujar a la mesa a que dé cuenta de que eso es lo que el partido requiere.



Cercanos al senador rebelde aseguran que Longueira nunca abandonó su tesis de que el partido debía nombrar a su candidato presidencial lo antes posible. Y, tal como el mismo lo ha dicho, sigue pensando que sólo Lavín puede llegar a La Moneda y que Piñera no es la mejor figura para representar a la UDI en una campaña presidencial.



En su entorno sostienen que el representante por Santiago Oriente no sólo estima que Piñera nunca llegará al mundo popular que la UDI pretende representar, sino que apoyar a un candidato con el perfil del empresario significaría echar por tierra todos los esfuerzos de la tienda por posesionarse como un partido popular, cosa que el senador «no está dispuesto a permitir».



Ni hablar de su opinión respecto a la estrategia asumida por la UDI para enfrentar al Gobierno y que comparte tan unitariamente con sus aliados de RN. Longueira -dicen- no cree que eso sea bueno para el partido y tiene la convicción de que por ese camino la Alianza no llegará a La Moneda. Tampoco comprende el que los socios prácticamente se estén mimetizando, a este paso, -subrayan- el senador estima que lo mejor sería unificar ambos partidos de una sola vez, porque cada vez tienen menos elementos que los distingan.



El hermetismo de Larraín



En el entorno del presidente de la UDI, en tanto, el panorama es radicalmente opuesto. En el círculo de Larraín aseguran que él estima que la directiva ya trazó el camino a seguir y que el partido no se va a mover de ese supuesto, con la guerra a Vidal incluida. Además, sostienen que la tienda gremialista no se va a abanderizar ni con la estrategia del desalojo ni con la del cogobierno.



Respecto de la reunión entre el senador y Lavín y el vocero de La Moneda, en la directiva dicen que el timonel no ha hablado con ninguno de los dos y que para él el encuentro con Vidal no pasa de ser una anécdota que la gente pronto olvidará. Y que lo más probable es que el regente gremialista no diga nada en contra de Longueira o Lavín públicamente, pues no está en su carácter hablar de públicamente en contra de un dirigentes de la UDI «jamás».



Pero eso no significa que no discrepe con los argumentos que Longueira y Lavín han tirado al ruedo, como es el hecho de que debido a la actuación del ex alcalde, a partir de su irrupción en la arena política, la Alianza ha mejorado tanto su imagen que en la última encuesta de Adimark por primera vez superó a la Concertación en adhesión. A juicio de Larraín, dicen en la UDI, eso no es así y tampoco es correcto creer que con la estrategia de los acuerdos la UDI podría llegar al Gobierno. Su mejor ejemplo de ello, aclaran en la colectividad, es que el más grande acuerdo del gremialismo fue el Longueira-Lagos y pese a ello Joaquín Lavín no logró ganar en las elecciones de 2005.



Pero, además, afirman que todo lo que ha sucedido no cambia en nada la decisión de la mesa de elegir a su presidenciable en 2009 y no antes, cosa que Larraín admitió, señalando que si bien «Joaquín Lavín es y será siempre una carta presidencial y nosotros esperamos que esté siempre disponible cuando el partido lo necesite, si se dan las cosas. Estamos trabajando para tener una opción presidencial, materia que vamos a definir recién en 2009»

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