Autoridades norteamericanas le imputan al ciudadano sirio suministro a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La Audiencia Nacional española confirmó la extradición del presunto traficante de armas sirio Monzer Al Kassar a Estados Unidos para ser juzgado por suministrar armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La Sala de lo Penal de este tribunal rechazó el recurso interpuesto por la defensa de Al Kassar contra el auto en el que esa misma sala accedía a la entrega del acusado, con la condición de que no fuese ejecutado en caso de ser condenado a muerte y de que no fuese encarcelado de por vida, en caso de que se le condenase a cadena perpetua.
De este modo, ahora es el gobierno español el que tiene la última palabra sobre si procede la entrega del sirio a Estados Unidos por cuatro cargos de conspiración para el asesinato y tráfico de armas, y por blanqueo de capitales.
En su demanda de extradición, las autoridades estadounidenses sostienen que desde febrero de 2006 y hasta mayo de 2007, Al Kassar, alías «Abu Munawar» o «El Taous», y otros dos acusados, Tareq Mousa y Luis Felipe Moreno, acordaron suministrar a las FARC armas por un valor de entre US$ 6 millones y US$ 8 millones «para que pudieran matar a ciudadanos de EEUU en Colombia», así como a agentes y funcionarios estadounidenses.
El abogado de Al Kassar, José Luis Sanz Arribas, argumentó que su cliente, en prisión desde su detención el pasado junio en el aeropuerto madrileño de Barajas, ha sido víctima de un delito provocado por agentes infiltrados de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA).
Según el profesional, «la provocación hace que el delito no exista para el ordenamiento jurídico español» por lo que, «como no es delito en España, no se puede proceder a la entrega».
Para motivar la extradición, la Audiencia Nacional recordaba que Al Kassar ha sido traficante de armas internacional desde principios de los años 70 y «ha sido una fuente de suministro de armas y equipo militar para facciones armadas que se dedican a librar conflictos violentos por todas las partes del mundo».
Citaba, concretamente, países como Nicaragua, Brasil, Chipre, Bosnia, Croacia, Somalia, Irán e Irak.
Algunas de esas facciones, añadía el auto, «han sido organizaciones terroristas (…) cuyos objetivos han incluido atentar contra los bienes de Estados Unidos y los ciudadanos de este país».
En la vista de extradición, que se celebró el pasado 4 de octubre, Al Kassar se negó a ser entregado a Estados Unidos porque, según dijo entonces, allí no tendría garantía de un juicio justo «por ser árabe» y porque los cargos contra él han sido construidos sobre la base de «un delito provocado».
EFE
