Parlamentario socialista, acompañado de su par Guido Girardi, formularon críticas al acuerdo que logró el Ejecutivo con parlamentarios oficialistas y de oposición. Dijeron que el acuerdo sólo representa un mejoramiento de la pensión asistencial y no una reforma previsional propiamente tal. En particular no toca competividad de la industria, señaló.
El senador socialista Carlos Ominami, acompañado de su par PPD Guido Girardi, insistieron hoy en que el acuerdo anunciado ayer entre el Ejecutivo y parlamentarios oficialistas y de oposición, si bien contiene algunos avances, «no representa una verdadera reforma previsional», sino que podría llegar a ser un mero mejoramiento de la actual pensión asistencial.
Los senadores dijeron que el acuerdo no toca las bases del actual sistema previsional, no agrega por ejemplo condiciones de una mayor competencia en la industria y permite que las actuales administradoras sigan controlando el rubro, ganando importantes ganancias y sin entregar el nivel de pensiones que los chilenos requieren.
Cuestionando la conducción política que hizo del tema, el presidente de las Comisiones Unidas de Hacienda y Trabajo, Camilo Escalona, Ominami dijo que el actual presidente de la colectividad (el PS) tendrá que explicar los alcances del tema en el próximo congreso partidario, porque el acuerdo previsional firmado no refleja las determinaciones adoptadas por la colectividad sobre el tema recientemente. Estas últimas, precisó, hablan de la necesidad de que exista una presencia estatal en el sector previsional, cuestión, entre otras, que no se estaría cumpliendo.
Los parlamentarios dijeron que las únicas vías para incrementar la competencia, que venían dadas por medidas como el ingreso de los bancos y en particular del ingreso del Bancoestado, hoy parecen muy poco viables atrás el acuerdo, lo que significa que la industria siga prácticamente como está, sin que se garantice, por ejemplo, una rebaja importante de los costos previsionales.
Girardi enfatizó que la actual industria previsional, que es controlada «por un cartel de 2 ó 3 administradoras», han obtenido ganancias «incuantificables» en los últimos años, incluso cuando el fondo ha mostrado importantes pérdidas para los afiliados.
Ambos senadores dijeron que no porque se haya logrado un acuerdo a nivel de senadores integrantes de las comisiones de Trabajo y Hacienda, el tema va a dejar de ser debatido en el Congreso.
Ominami planteó una crítica de fondo sobre el asunto, porque dijo que es posible que, incluso concretando la reforma previsional, la actual administración termine gastando al final de su mandato menos que al inicio de éste, por el efecto de la transición desde el antiguo régimen previsional al nuevo, que va liberando recursos para el Estado en la materia.
Los parlamentarios criticaron, en este sentido, la decisión de no comenzar de inmediato con la pensión de $75.000 y hacerlo con $60.000, indicando que esto último ni siquiera cubre el efecto del IPC entre que se planteó esto por parte de la Comisión Marcel y el momento en que comenzará a operar la reforma.
«Todos sabemos que entre los pobres, los más pobres son los ancianos y ellos gastan por lo menos- cuando pueden hacerlo- $20.000 a $30.000 sólo en una canasta básica de remedios, por lo que es de toda equidad haber avanzado más al respecto», se comentó.
Girardi cuestionó que incluso los aspectos que aparecen citados en el acuerdo como avances en materia de competencia, como los relacionados con la separación de la administración de fondos, de la administración de las cuentas, «tampoco se hacen obligatorios» por lo que poca influencia que pueden llegar a tener.
«No vamos a descansar hasta que exista una verdadera reforma previsional en Chile, ahora o más adelante», insistió Girardi.
