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Ecologistas preparan contraofensiva por autopista Vespucio Oriente

Tras el anuncio sobre la necesidad una mayor densificación y de la potencial construcción de trinchera abierta del proyecto, ambientalistas y vecinos exigen mayor información y estudios. En tanto, el jefe de la División de Desarrollo Urbano del Minvu admite que la única salida para hacer viable el desarrollo de La Reina es la densificación de la zona colindante a Américo Vespucio.


Como se preveía, los anuncios dados por el ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitran, sobre construcción de "trinchera abierta" de la Autopista Vespucio Oriente en Peñalolén, La Reina y Ñuñoa, sumados a las peticiones de densificación en las dos últimas para "justificar" la inversión, han sacado ronchas entre los vecinos, concejales y ambientalistas.



Pero para "mala suerte" del Gobierno, entre los habitantes de La Reina se cuentan emblemáticos dirigentes ecologistas: Manuel Baquedano, presidente del Instituto de Ecología Política, y Sara Larraín, directora de Chile Sustentable.



Como era de esperarse, ya tomaron cartas en el asunto y planean desarrollar un cónclave urbano y medioambiental, con concejales y vecinos de La Reina, la primera semana de enero, donde se dé a conocer en detalle el proyecto -estimado en US $940 millones- para analizar y concluir con la comunidad, vía Plan Regulador, la alternativa que consideren más acorde con el estilo de vida residencial y ambientalmente sustentable que han impulsado históricamente.



Como primer paso, enviaron una carta abierta a la comunidad, señalando como medida urgente que la cartera de Bitran entregue información específica de los estudios urbanos y medioambientales que sustentan el proyecto.



"Proceder sin estos antecedentes seria imponer autoritariamente hechos consumados. La comunidad, ampliamente representada en el concejo municipal, organizaciones ciudadanas y juntas de vecinos en sus distintos niveles, requiere involucrarse como actor de este proyecto. La ciudad no constituye sólo un mercado de negocios inmobiliarios y desarrollo de infraestructura, sino esencialmente un lugar de encuentro y relaciones entre personas y familias", explica la misiva.



Por otra parte, también proyectan "hacer fuerza común" con Ñuñoa, cuyo alcalde y concejales también han presentado reparos en torno a la construcción en trinchera abierta -no así en cuanto a la densificación, ya que el Plan Regulador recientemente aprobado, está en línea con la demanda estatal- y ya han mantenido conversaciones sobre sus posturas.



Que no pasen gato por liebre



La preocupación por el tema también ha alcanzado a parlamentarios, como la senadora Soledad Alvear (DC), que justamente se reunió el viernes con la ministra de Vivienda y Urbanismo, Patricia Poblete, para manifestar su preocupación frente a la construcción en trinchera abierta del proyecto.



Su argumento se basa en que si el objetivo del Gobierno es tener "barrios amables", es inviable ir en la dirección contraria y además privilegiar las comunas con mayores recursos económicos con construcciones bajo tierra, en desmedro de sectores con menos poder adquisitivo, frente a lo cual Poblete asumió que la postura de su cartera es lograr que las obras se materialicen en trinchera cubierta, lo que a la larga dependería de los costos.



A este respecto el concejal por La Reina Francisco Olea (PS), opina que "si ahora nos están planteando que el tema se decidirá en base al financiamiento, no nos vengan a argumentar entonces que es una buena alternativa, sino que se resume básicamente en problemas de costos asociados".



Además, explica que manifestaron reparos a la construcción de la trinchera cubierta, "básicamente porque lo que pudimos entender y analizar desde el punto de vista de la presentación general que está circulando por nuestra comuna y que no ha sido presentada por el propio ministerio ni sus consultores, es que implica en algunos tramos de Vespucio un levantamiento que proyectamos nosotros, sin ser técnicos ,de 1,5 y cerca de 2,5 metros, por lo que el cambio de entorno es una alternativa posible, y por lo tanto las áreas de influencia y los problemas ligados directamente a las salidas que se señalan van a significar expropiaciones, y otros problemas asociados esta obra de gran envergadura".



Y asegura que "la experiencia de este tipo de proyectos a escala internacional está dando señales contradictorias, ya que en Europa hay una fuerte línea de trabajo básicamente orientada al transporte público y no va a promover el uso del transporte privado como lo orientan y generan la autopista urbana".



Densificación es la respuesta



Para Luis Eduardo Bresciani, jefe de la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), "la única salida que tiene La Reina para hacer viable su desarrollo en términos internos y de calidad para sus barrios es sumamente coincidente con la propuesta que ha hecho el Comité de Ministros respecto a la densificación en el borde de Américo Vespucio".



Por ello, considera "rara" la oposición al tema, ya que según su opinión lo lógico es proteger los barrios interiores y concentrar la densidad en los lugares donde hay alto tráfico. O sea, en el borde de Américo Vespucio.



"No tiene ningún sentido, ni en términos de calidad de vida ni ambiental, que el borde sea un lugar para casitas. Si no se densifica va a terminar lleno de bombas de bencina y cosas de mala calidad. Por lo tanto la lógica es impecable. Creo que el municipio debiera allanarse a ese tema", asegura el arquitecto.



Por lo tanto, mantiene que entre tener un borde deteriorado, en "decadencia" lo lógico es aumentar la densidad porque eso beneficia al transporte público, "pero también tiene un beneficio para el Estado, porque en la medida que aumenta la construcción en el borde, aumentan las contribuciones y en la medida que hay más ingresos por contribuciones, más ingreso fiscal, porque esto genera un efecto de revalorización del borde, pero esa revalorización no existe si no se puede construir. Entonces la única manera de que esos terrenos se revaloricen para poder recaudar más impuestos, es que realmente se pueda construir".



Y considera que en Ñuñoa esta revalorización a ocurrir naturalmente, porque ya aprobó su plan regulador y planteó un borde mas denso.



En todo caso, aclara que al parecer el municipio reinito no tiene el problema, ya que de hecho en la propuesta del Plan Regulador 2006 planteó la densificación de los ejes de transporte de la comuna, sino que el conflicto parte de los concejales y vecinos.



"Si yo estuviera del lado del alcalde y de los ecologistas, diría que aquí hay un espacio de negociación súper fácil porque a nadie afecta poner densidad en el borde de Américo Vespucio, si a cambio de eso pido no densificación al interior y que la calidad de lo que se va a construir en frente, sea de alto estándar y no como se ha planteado originalmente que sea una autopista hundida pero con aberturas", sostiene.



Por eso, considera que Bitran les dio una excelente "moneda de cambio" para negociar, "porque si no tienes nada a cambio que ofrecer, la verdad es que el MOP podría llegar en un momento y construirlo como quiera. Como ocurrió con Las Condes: para que se materializara completamente el subterráneo, se requería financiamiento extra y por lo tanto el alcalde tenía una capacidad de negociar, que si no ponía cerca de 30 o 40 millones de dólares sobre la mesa no se podía hacer subterráneo. Y el municipio estuvo dispuesto a hacerlo".

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