Senador Sergio Romero (RN) y diputado Carlos Abel Jarpa (PRSD) se refirieron a la firma de la Declaración de La Paz para la creación de una ruta de más de 4.700 kilómetros entre Chile, Bolivia y Brasil.
Como una iniciativa de inmensas repercusiones económicas para la región calificó el senador Sergio Romero (RN), integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores la firma de la denominada Declaración de La Paz para la creación de un Corredor Biocéanico que unirá a Chile Bolivia y Brasil por una ruta de más de 4.700 kilómetros.
Sin embargo, advirtió que "este no es un tema nuevo y durante la década del 70 se realizaron varios esfuerzos por concretarla". Por eso junto con la satisfacción de este acuerdo firmado por los Presidentes Michelle Bachelet, Evo Morales y Luiz Inácio Lula da Silva expresó "una reflexión sobre la viabilidad de esta ruta".
"Me preocupa la situación que está viviendo Bolivia, ya que los temas internos podrían conspirar para tener un desarrollo más armónico y una mayor seguridad de que estas iniciativas se van a resolver", dijo el parlamentario, quien advirtió que "el Corredor Biocéanico cruza por el Departamento de Santa Cruz, que ha manifestado abiertamente sus aspiraciones autonómicas y en contra de la normativa de la Asamblea Constituyente".
Precisó que estas situaciones "me hacen reflexionar sobre la validez de este compromiso en el sentido de poder materializar esta obra porque debería contarse con los recursos y la voluntad unitaria del vecino país altiplánico para poder llevarla a cabo".
El acuerdo contempla la construcción de una ruta que una el Atlántico y el Pacífico para el 2009. La carretera pavimentada permitirá el transporte de dos millones de toneladas por año entre el puerto brasileño de Santos, en pleno océano Atlántico, pasando por Bolivia, hasta llegar a los puertos de Arica e Iquique en Chile.
En la actualidad, el 75% del futuro corredor bioceánico está pavimentado y Chile invertirá US$ 36,9 millones para mejorar la carretera de 192 kilómetros que une Arica con la población boliviana de Tambo Quemado, y 56,3 millones de dólares para 216 kilómetros entre Iquique y Pisiga en Bolivia.
Ciudades nortinas
Respecto a la situación en que quedarían las principales ciudades del norte de Chile, Arica e Iquique, ante la creación definitiva del corredor, Romero aclaró que "desde cualquier punto de vista es positivo pero sin duda, hay que resolver claramente que esta normativa una vez implementada no afecte a estas dos ciudades que tienen cifradas sus esperanzas en un mejor desarrollo".
Asimismo recordó que "en la Comisión de Relaciones Exteriores hemos recibido las aprensiones de las autoridades y de los dirigentes sociales y gremiales de Iquique en orden a que cualquier acuerdo de este tipo con Bolivia no afecte el régimen especial de la Zona Franca de Iquique".
No obstante, el legislador puntualizó que "ha quedado demostrado que una situación de ese tipo no podría ocurrir salvo de que haya una normativa legal y, por eso, concretar esta conectividad es lejos más trascendente que la implementación de la misma, aunque naturalmente hay que hacerla cuidadosamente".
Jarpa: No afecta el trabajo que hemos hecho
El diputado y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Carlos Abel Jarpa (PRSD), junto con aplaudir el acuerdo, descartó que "la situación política interna de Bolivia no afecta el trabajo que estamos realizando con esa Nación, ni con ninguna otra en pro de conseguir una integración latinoamericana de verdad».
Jarpa recalcó que a pesar de las dificultades que pueda tener internamente cualquier país sudamericano, «los compromisos internacionales en beneficio de los pueblos deben cumplirse», por lo que la decisión debe ser mirada con respeto y gratitud, «puesto que estas situaciones son las que hacen crecer a los pueblos en hermandad y desarrollo».
El parlamentario radical valoró también las implicancias del tratado firmado por los tres países señalando que el establecimiento de este corredor, «permitirá en gran medida, potenciar todos los aspectos comerciales y turísticos de los tres países y permitirá que en un futuro cercano Chile, como puerta del Pacífico; Brasil, del Atlántico y Bolivia, puedan mantener un desarrollo económico y social muy importante y equilibrado»
Sobre los problemas internos de la nación altiplánica, aclaró que es tema absolutamente competente para el Gobierno de Morales, «es él, con su equipo de trabajo, el que tiene que solucionarlo, a Chile no le cabe opinión en ese problema. Lo que a nuestro país le concierne es que los acuerdos pactados con las autoridades políticas y administrativas de Bolivia se desarrollen de la forma más respetuosa y responsable posible», explicó.
En ese sentido, destacó la excelente relación que ha existido entre ambos países, desde el punto de vista de los mandatarios y los cancilleres y también desde el punto de vista parlamentario, «en el que obviamente, el apoyo transversal por parte de ambos países auguran un éxito tácito al final de las negociaciones».
«Todos somos de la idea de que la única herramienta que permite establecer y mejorar las relaciones entre los países, y en este caso, con nuestros vecinos bolivianos, es el dialogo y el respeto y desde ese punto de vista seguiremos trabajando atentamente, el Gobierno y los parlamentarios para alcanzar los acuerdos necesarios y cumplir con los 13 puntos pactados para negociar con Bolivia», agregó.
