Informe de la comisión de Constitución del Senado propone suspender las sesiones habituales para tratar esta iniciativa, aunque con la posibilidad de dejar abierta la posibilidad de convocar a sesiones especiales para otras materias urgentes.
La conveniencia de suspender las sesiones ordinarias y habituales de Sala y comisiones del Senado, a objeto de destinar un tiempo exclusivo al análisis y discusión del proyecto de Ley de Presupuestos, recomendó al Senado la Comisión de Constitución, presidida por el senador José Antonio Gómez.
Así lo señala el oficio que responde la solicitud del Senado para analizar la posibilidad de introducir las modificaciones legales o reglamentarias que se requieran para suspender el funcionamiento de la Sala de la Corporación y de sus comisiones, durante los meses de octubre y noviembre, período en que se discute el proyecto de ley de Presupuestos del Sector Público.
Esto, porque la principal inquietud de los parlamentarios apunta a generar las circunstancias adecuadas para una profunda y detenida revisión de las diversas partidas presupuestarias, sin las restricciones de tiempo impuestas por la celebración de sesiones ordinarias del Senado y sus comisiones.
De hecho, durante la última discusión presupuestaria, hubo un consenso transversal en torno a la necesidad de contar con el tiempo necesario para estudiar en detalle los recursos que se asignan a los distintos programas de gobierno.
Propuesta
Por ello, tras analizar la solicitud de los senadores, la Comisión de Constitución señaló que «resulta plenamente justificado asignar al examen de los Presupuestos un tiempo exclusivo, durante el cual debieran suspenderse las sesiones ordinarias del Senado y las habituales de las Comisiones».
No obstante, advierte que «es conveniente dejar a salvo la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias o especiales de la Sala, pues ello permite atender oportunamente cuestiones imprevistas o impostergables que el Senado esté llamado a conocer».
La instancia considera que la implementación de esta propuesta debería hacerse por la vía de un acuerdo de los comités parlamentarios y no a través de una medida de rango legal, pues ello haría sumamente rígido el mecanismo.
Además, si la práctica se consolida y da muestras de ser eficaz, se podrá incorporar al Reglamento de la Cámara Alta.
Cabe recordar que el Senado celebra al menos dos sesiones ordinarias semanales, mientras que las comisiones realizan una o dos sesiones habituales cada semana, a lo menos. Ello, sin contar las sesiones extraordinarias que se puedan convocar.
Asimismo, el Congreso debe estudiar y despachar el proyecto de Ley Anual de Presupuestos del Sector Público en el breve lapso de sesenta días, contados desde la presentación de la iniciativa por el Presidente de la República.
Esta exigencia, cuando se superpone al funcionamiento ordinario o habitual de las asambleas legislativas, es una barrera que conspira contra el examen profundo y detenido de dicho proyecto, a que los parlamentarios aspiran.
