Venezuela aspira a convertirse en el quinto miembro de Mercosur, junto a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, aunque esa adhesión no ha sido aún ratificada.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó este martes que «del destino de Mercosur depende el destino de Sudamérica» y ofreció la «modesta» ayuda de su país a este bloque, que celebra en Montevideo su segunda cumbre semestral de este año.
Venezuela aspira a convertirse en el quinto miembro de Mercosur, junto a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, aunque esa adhesión no ha sido aún ratificada por los Parlamentos de Paraguay y Brasil, recelosos de los métodos populistas de Chávez.
«Deberían darnos un trofeíto de premio a la resistencia. Nueve años hace que Venezuela solicitó el ingreso a Mercosur», afirmó Chávez en su turno de palabra ante los miembros del bloque regional, mientras recordaba la actitud de los Legislativos paraguayo y brasileño.
Antes de presentar sus propuestas, Chávez hizo un recorrido de los males sufridos por su país durante gobiernos pasados supeditados, dijo, a Estados Unidos.
«Nos impusieron el deporte, el teatro… los nombres a los niños», dijo.
Venezuela «fue tomada como una colonia» y se convirtió en un «sultanato petrolero». A la vez, agregó, «no pagaban impuestos, contaminaron ríos, lagos, lagunas y nos impusieron una cultura».
Sin embargo, «nosotros decidimos mirar hacia el sur, con todos los costos que ello implica», explicó.
«Venezuela quiere venir a Mercosur a ayudar, en primer lugar. A ayudar modestamente, a agregarnos, a sumarnos con nuestros modestos potenciales al gran potencial del sur», añadió.
Para ello, precisó, «queremos aportar nuestro pensamiento crítico (…) la conciencia crítica y la acción crítica».
Para preparar «el acoplamiento» con el Mercosur, Venezuela, dijo, ha tomado una serie de acciones destinadas también a «contribuir al combate de las asimetrías» y que apoyarán sobre todo a las economías más débiles del grupo, es decir, la uruguaya y la paraguaya.
Chávez explicó que Venezuela va a terminar 2007 con una cifra aproximada de 55.000 a 60.000 millones de dólares en importaciones, que «vienen del norte y nosotros queremos que vengan del sur», aseguró.
El presidente venezolano habló del potencial de la energía y retomó las palabras de la mandataria argentina, Cristina Fernández, para subrayar la necesidad de «ensamblar bien la ecuación» energética dentro del Mercosur para evitar injerencias externas.
«La principal causa de los pesares y la agresión a Venezuela es la energía», añadió.
Además, abrió las puertas de Venezuela a las empresas de los socios del Mercosur y prometió seguir aumentando las inversiones de su país en esta región.
EFE
