«Seguiremos a la mayoría porque queremos formar parte de la UE y porque se tratará, de nuevo, de tener en cuenta una realidad», afirmó el presidente croata.
El presidente de Croacia, Stipe Mesic, aseguró que su país reconocerá la independencia de Kosovo si lo hacen la mayoría de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
«Seguiremos a la mayoría porque queremos formar parte de la UE y porque se tratará, de nuevo, de tener en cuenta una realidad», afirmó Mesic en una entrevista que hoy publica el vespertino francés «Le Monde», con motivo de su visita oficial a Francia.
Tras almorzar con el canciller francés, Bernard Kouchner, Mesic insistió en que la decisión de Croacia con respecto a Kosovo será «la misma» que la de la UE.
Kouchner, por su parte, recordó que Francia defiende que son los europeos quienes deben decidir sobre el futuro de la provincia serbia.
Tras las consultas que tendrán lugar el miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU, habrá «una decisión de unidad de los europeos, porque se trata de un problema europeo, que no debe ser resuelto ni por Rusia ni por Estados Unidos», declaró el ministro francés.
Según afirmó el presidente croata en la entrevista con «Le Monde», «Serbia no tiene los medios para restablecer su autoridad sobre Kosovo», por lo que consideró posible que se declare la independencia del territorio.
«Difícilmente podemos imaginar una solución negociada cuando los albaneses quieren la independencia y los serbios sólo les ofrecen la autonomía (…) El problema con Serbia es que dice lo que no quiere pero no dice lo que quiere», indicó.
Sin pronunciarse a favor de la independencia o de la autonomía del territorio de mayoría albanesa, Mesic señaló que «hay que determinar el nuevo estatus de Kosovo».
Para el presidente croata, la situación de Kosovo no es comparable a la de Bosnia Herzegovina, porque la primera «ha sido siempre una entidad a parte, incluso en los tiempos del imperio otomano, cuando era una región autónoma».
En cuanto a Bosnia, señaló que su futuro depende de las tres naciones que la constituyen -serbios, bosnios y croatas-, «que deben ponerse de acuerdo para que los acuerdos de Dayton desemboquen en instituciones compatibles con las que existen en la UE o en otros Estados».
Para Mesic, la situación de Kosovo se agravó a principios de los 90, cuando él presidía la Federación Yugoslava y el presidente serbio Slodoban Milosevic no accedía a las demandas de autonomía de los albaneses de ese territorio.
«Yo le aconsejaba que suavizara su posición sobre Kosovo, que hiciera algo para que los albaneses sintieran que Serbia era también su patria (…) Pero las prisiones estaban llenas de albaneses que pedían que Kosovo fuera una república», dijo.
Según Mesic, Milosevic sostenía que los albaneses «sólo entienden algo cuando les das un puñetazo en la nariz».
«Golpeó cada vez más fuerte y no sólo en la nariz y ahora Serbia tiene que resolver el problema», afirmó el presidente croata.
EFE
