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BID aprueba préstamo para segunda fase de proyecto gasífero Camisea

Decisión de entregar US$ 400 millones se adoptó tras analizar los estudios de impacto ambiental y social realizados por los expertos de la institución, mientras el restante se abstuvo.


El directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó este miércoles un préstamo de 400 millones de dólares para la segunda fase del controvertido proyecto energético de Camisea, según confirmó a Efe una fuente de la institución.



Trece de los catorce integrantes del directorio, quienes representan a todos los países miembros del BID, votaron a favor del proyecto después de analizar los estudios de impacto ambiental y social realizados por los expertos de la institución, mientras el restante se abstuvo.



Adina Bastidas, la representante de Venezuela, se abstuvo, según dos fuentes que no quisieron ser identificadas.



El proyecto consistirá en una planta de licuefacción, cuya construcción ya ha comenzado, una terminal marina y un gasoducto de 408 kilómetros de largo. Su objetivo es exportar gas natural a los vecinos países latinoamericanos y Estados Unidos.



Lo lleva a cabo el Consorcio Perú LNG, formado por la estadounidense Hunt Oil, las trasnacionales SK Corp. (Corea del Sur), Repsol YPF (España) y Marubeni Corp. (Japón), según detalló el BID en un comunicado.



Jeanne Phillips, vice-presidenta sénior de Hunt Oil, se manifestó «extremadamente satisfecha» con la decisión del BID.



«El consorcio está determinado a garantizar que (el proyecto) sea un modelo para elevar los estándares de protección ambiental y de mejoras sociales en futuros proyectos en todo el mundo», dijo Phillips en otro comunicado.



En cambio, Atossa Soltani, directora ejecutiva de la organización medioambientalista «Amazon Watch», afirmó que la decisión del BID «le hace cómplice de las violaciones de los derechos humanos causadas por Camisea».



Organizaciones ecologistas y de indígenas se oponen al plan por los presuntos daños ambientales y sociales ocasionados durante la primera fase del proyecto, que abrió pozos en la Amazonía e instaló un gasoducto y un poliducto (para líquidos como propano y butano).



En los últimos años han ocurrido seis fugas en esas tuberías.



Además, el Colegio de Ingenieros del Perú mantiene que sería más beneficioso para el país dedicar el gas natural al consumo interno que exportarlo.



El BID destacó que el proyecto, cuyo costo total ascenderá a 3.900 millones de dólares, generará 230 millones de dólares en regalías medias al año para el Gobierno de Perú y 90 millones en concepto de impuestos sobre la renta.



Además, Martín Duhart, director del proyecto en el BID, recalcó que la participación del Banco reforzará los mecanismos de gestión medioambiental y social de las empresas.



EFE

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