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EEUU confía que nueva ley energética reduzca dependencia del petróleo

Una de las piezas clave de la Ley de Independencia y Seguridad Energética es la obligación de los fabricantes de automóviles a reducir el consumo de gasolina de los vehículos que producirán en los próximos años.


Demócratas y republicanos confían en que la nueva ley energética que el presidente estadounidense, George W. Bush, firmó hoy ayude al país a reducir su enorme consumo de gasolina y la dependencia de petróleo extranjero.



Una de las piezas clave de la Ley de Independencia y Seguridad Energética es la obligación de los fabricantes de automóviles a reducir el consumo de gasolina de los vehículos que producirán en los próximos años.



La nueva ley obliga que a partir de los modelos del 2011, los fabricantes limiten el consumo medio de todos los vehículos que producen a 6,7 litros por cada 100 kilómetros (35 millas por galón) para el 2020.



Esta cifra es un 40 por ciento más exigente que los estándares actuales. Para la flota de vehículos del 2008, la ley obliga a que el consumo medio sea de 8,55 litros por cada 100 kilómetros (27,5 mpg) para coches y 10.45 litros (22,5 mpg) para camionetas.



A pesar de que el sector del automóvil se resistió en un principio a estas reducciones, los principales fabricantes han aplaudido la aprobación de la ley.



El presidente de General Motors, el mayor fabricante estadounidense de automóviles, Rick Wagoner, felicitó al «Congreso y al presidente por la aprobación del proyecto de ley» y dijo que aunque los nuevos estándares son difíciles, «GM se esforzará en cumplir».



Por su parte, Ford señaló que «la legislación proporcionará un claro requerimiento para reducir el consumo y proporcionar una mayor certidumbre» para su planificación de productos, mientras que Chrysler ofreció su total apoyo a la ley.



La ley, cuya aprobación en el Congreso concluyó el martes pasado, también demanda que para el año 2022 los productores de gasolina utilicen al menos 136.267 millones de litros de etanol, un alcohol producido con material vegetal.



Esta cifra es cinco veces mayor que la actualmente producida en el país. El aumento masivo de la producción de etanol ha provocado alarma en sectores ecologistas y ganaderos.



La principal materia prima actual para la producción de etanol es maíz, cuya elevada demanda en los últimos meses ha provocado una fuerte subida de precios, aumentando los costes de producción de los ganaderos.



Y el incremento de la producción de maíz también está causando un aumento en el uso de fertilizantes, con graves consecuencias para los ríos y lagos del país que reciben los residuos químicos de estos productos.



Para mitigar estos efectos, la ley exigirá que al menos 79.489 millones de litros de etanol no procedan de maíz.



Bush reconoció hoy que el aumento de la producción de etanol ha provocado que los «criadores de cerdos se estén poniendo nerviosos», ante el aumento del precio del maíz.



La ley también promoverá la reducción del consumo eléctrico al mejorar la eficiencia energética de electrodomésticos y bombillas. Por ejemplo, se exigirá que para finales del año fiscal 2013 los edificios federales utilicen para iluminación general bombillas de reducido consumo energético.



Se estima que estas medidas ahorrarán a los consumidores unos 13.000 millones de dólares para el 2020 en la factura de la electricidad.



El mandatario vinculó la nueva ley -que fue entregada a la Casa Blanca en un vehículo híbrido que combina motores de gasolina con eléctricos- con la lucha contra el cambio climático.



Pero en un comunicado emitido por la Oficina de Prensa de la Casa Blanca, Bush demandó al Congreso «la aprobación de legislación que permita al acceso a fuentes de energía domésticas» como el Refugio Natural del Ártico, una petición que irritará a grupos ecologistas.



Además, solicitó al Congreso que duplique «la actual capacidad de la Reserva Estratégica de Petróleo para proteger a Estados Unidos contra interrupciones» al suministro de petróleo.



EFE

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