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Presidente del BCE reafirma que actuará para hacer frente a la inflación

Jean Claude Trichet consideró especialmente importante mantener las expectativas de inflación en este momento de «volatilidad e incertidumbre» en los mercados financieros, en los que, reconoció, sigue habiendo «tensiones».


El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, dejó claro que esta institución hará lo necesario para mantener la estabilidad de precios en la zona euro y pidió a todos los agentes sociales moderación para evitar que el repunte de la inflación se traslade a otros precios y salarios.



En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Trichet consideró especialmente importante mantener las expectativas de inflación en este momento de «volatilidad e incertidumbre» en los mercados financieros, en los que, reconoció, sigue habiendo «tensiones».



Incidió en que, debido al encarecimiento coyuntural del petróleo y los alimentos, han aumentado los riesgos sobre los precios a medio plazo y dijo que, según los cálculos que maneja el BCE, la inflación se mantendrá por encima del objetivo del 2 por ciento en los próximos meses.



La autoridad monetaria prevé que el avance de los precios pasará de una horquilla de entre el 2% y el 2,2% en 2007 a entre el 2% y el 3%, para bajar a entre el 1,2% y 2,4% en 2009.



Trichet recalcó que esta senda alcista de la inflación tiene lugar en un contexto de solidez de la economía del área -aunque el crecimiento también afronta riesgos a la baja- y de vigorosa expansión del crédito, pero insistió en reclamar un esfuerzo para que el repunte de los precios no se convierta en permanente.



Desde el BCE, «no dudaremos en hacer todo lo necesario para evitar efectos ‘de segunda ronda'», advirtió el banquero francés.



Los mayores riesgos son, a su juicio, subidas adicionales del petróleo y los precios agrícolas, así como de los precios regulados y los impuestos indirectos.



También apuntó el peligro de alzas excesivas de los salarios y se mostró en contra de la indexación de éstos a la inflación.



A la pregunta de si podría adoptar una rebaja de los tipos de interés para facilitar el funcionamiento de los mercados financieros y contribuir a resolver la actual crisis, Trichet subrayó que «los tipos de interés dependen de la necesidad de garantizar la estabilidad de precios a medio y largo plazo».



Respecto a las turbulencias, se mostró satisfecho de la actuación del BCE -«hemos hecho lo que teníamos que hacer», recalcó-, pero advirtió de que seguimos en una «fase de incertidumbre».



Explicó que, con sus operaciones de inyección de capital a los mercados y de refinanciación, el Banco ayudó al correcto funcionamiento del Eurosistema y a reducir la volatilidad, con el objetivo de recuperar la confianza.



Aunque todavía es demasiado pronto para extraer lecciones de lo sucedido, el presidente del BCE consideró necesario que el sector financiero facilite más información sobre sus posiciones, sobre la transferencia de riesgos asociados a los créditos y, especialmente, sobre los productos más complejos.



También reclamó una revisión de los métodos de análisis utilizados por las agencias de calificación a la hora de evaluar esas nuevas herramientas financieras y que resuelvan los potenciales conflictos de interés derivados del hecho de que cobran de las mismas empresas que evalúan.



Por su parte, los inversores deberían basar menos sus decisiones de inversión en las calificaciones de las agencias, opinó Trichet.



Asimismo, pidió a los supervisores que apliquen cuanto antes la regulación sobre requisitos de capital establecida en el acuerdo Basilea II y defendió el aumento de la cooperación entre los bancos centrales y las autoridades de vigilancia.



En una economía de mercado, señaló Trichet, «siempre hay riesgos», ante los que lo único que se puede hacer es identificarlos y evitar que se materialicen.



En su intervención, Trichet también se refirió, aunque sin aludir a ningún país concreto, a la evolución de los precios inmobiliarios, que el BCE, aseguró, también vigila con atención, por sus implicaciones para la estabilidad de precios y para la economía en su conjunto



A la vista de la información más reciente, el banquero francés opinó que el mercado de la vivienda en la eurozona se está «enfriando», tras un largo periodo de fuertes subidas en varios países del área.



El sector continúa, no obstante, «relativamente boyante» y siguió inclinándose por un «aterrizaje suave», hacia incrementos de precios más moderados, que irán acompañados, previsiblemente, de una desaceleración de la inversión en vivienda.



Recalcó, por último, que la moderación del crédito para compra de vivienda comenzó en 2006 y descartó que las recientes turbulencias financieras hayan limitado, por el momento, el acceso de los hogares a la financiación.



EFE

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