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Brasil: Museo del que robaron un Picasso admite falta de seguridad

Presidente del Museo de Arte de Sao Paulo aseguró que escasez de recursos le impide invertir en equipos de seguridad más modernos.


El presidente del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), Julio Neves, admitió las carencias de seguridad en la institución que tiene la colección de arte más importante de Latinoamérica y de la que el jueves fueron robadas dos valiosas telas, entre ellas una del español Pablo Picasso.



Neves, en declaraciones a una radio brasileña, admitió que la falta de recursos le impide al museo invertir en equipos de seguridad más modernos y que, en esas circunstancias, el actual sistema, que se basa más en guardias que en alarmas, es el «mejor posible».



«No teníamos los recursos. Pero ahora vamos a tener que actualizarnos. Lo que podemos hacer es mejorar algunos de los equipos con que contamos», dijo el presidente del MASP.



La seguridad del museo privado que guarda la colección de arte más valiosa de Brasil ha sido duramente cuestionada debido a que carece de alarmas, sensores de movimiento, cámaras con rayos infrarrojos u cualquier otra herramienta moderna.



El museo, además, no tiene aseguradas sus obras de arte y apenas cuenta con un seguro que protege la edificación.



El sistema de vigilancia no impidió que el jueves, en apenas tres minutos, tres hombres desarmados se robaran las telas «El Retrato de Suzanne Bloch» (1904) del español Pablo Picasso y «El Labrador de Café» (1939) del brasileño Cándido Portinari.



Las obras figuran entre las más valiosas de toda la colección y, según especialistas citados por la prensa, pueden costar juntas unos 55 millones de dólares.



El robo fue perpetrado por tres ladrones que apenas necesitaron de tres minutos para violentar tres puertas del MASP, llegar hasta el segundo piso de la edificación, invadir dos salas diferentes y abandonar el museo con las dos valiosas pinturas aún en sus marcos.



La policía considera que los autores del robo son profesionales contratados por coleccionistas interesados específicamente en las dos obras.



El robo volvió a dejar en evidencia la falta de seguridad de los museos brasileños y la existencia de redes criminales dedicadas a apoderarse de costosas obras de arte por encomienda.



En febrero del año pasado cuatro hombres, también en una rápida acción pero a punta de pistola, robaron pinturas de Pablo Picasso, Salvador Dalí, Claude Monet y Henri Matisse, que pertenecían al museo «Chácara do Céu» de Río de Janeiro.



Neves dijo confiar en que las obras del MASP serán recuperadas y afirmó que difícilmente saldrán de Brasil gracias a que tanto la Policía Federal, como la Interpol y la cancillería brasileña alertaron todos los puertos y puestos fronterizos.



La policía informó hoy de que, además de un intento de asalto en octubre, cuando un grupo de hombres armados llegó a rendir a los vigilantes pero no consiguió llegar hasta el segundo piso del museo, el MASP sufrió otro intento de robo la semana pasada que no fue denunciado a la policía.



El curador del museo, Teixeira Coelho, también atribuyó a la falta de recursos el que el MASP no tenga asegurada su colección, cuyo valor ascendería a unos 1.000 millones de dólares.



Según Coelho, un seguro para las obras costaría cerca de 10 millones de dólares, un valor muy superior a lo que el museo recibe anualmente.



El Museo de Arte de Sao Paulo Assis Chateubriand (MASP) fue inaugurado en octubre de 1947 por el fallecido millonario Assis Chateaubriand, propietario de un imperio de medios de comunicación en Brasil e importante coleccionista de arte.



Su colección, enriquecida con varias obras que sus dueños retiraron de Europa durante la segunda guerra mundial, es considerada como una de las más importantes del hemisferio sur.



EFE

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