A los 33 años asumirá el 7 de enero el puesto que el economista dejó hace un año, luego de una serie de cuestionamientos a su labor. Esta vez, la ONG dejó muy clara su forma de trabajar y buscó a un representante que se ajustara más al perfil y que no comprometiera las relaciones y alianzas con otras organizaciones.
A casi un año de la complicada salida del economista Marcel Claude de la organización internacional Oceana, la institución finalmente designó a un nuevo directivo para asumir la vicepresidencia para Chile y Sudamérica.
A sus 33 años, el abogado Álex Muñoz asumirá su rol el próximo 7 de enero, cuando tomará el cargo de manos del vicepresidente interino Joel Karlin. No es la primera vez que será parte de la ONG. Entre 2003 y 2004 se desempeñó como abogado jefe de la organización, pero ahora vuelve a tomar el mando.
Y pese a sus pocos años, ya tiene bastante experiencia en causas de interés público, ambientales, de derechos humanos y de libertad de expresión, que define como su espacio "natural". Entre ellas, destaca el caso de la película "La Última Tentación de Cristo", que junto a otros juristas, llevó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo que redundó en un cambio constitucional para eliminar la censura previa en Chile.
Actualmente, forma parte del directorio de una organización de defensa de los derechos de las mujeres y es coordinador del Programa de Transparencia y Anticorrupción del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile, cargo que dejó el viernes para asumir a partir de enero full time su nueva tarea.
Un perfil que cae como anillo al dedo en los lineamientos anunciados por Oceana: un trabajo profesional y técnico, que lleve a lograr cambios específicos y medibles en las políticas públicas que contribuyan a generar cambios significativos para la conservación de los océanos.
–Los lineamientos que te dieron en Oceana fueron súper claros, ¿cómo definirías ese rol?
-Oceana tiene un sello muy claro a nivel global, que es trabajar para la protección del medio ambiente marino, estudiar los problemas desde un punto de vista científico y proponer soluciones concretas y efectivas para solucionar amenazas al medio ambiente y esa es la línea que vamos a continuar ahora. En ese sentido, los lineamientos que yo acordé con ellos se ajustan a lo que es Oceana a nivel mundial.
–En ese sentido ¿consideras que el perfil que tienes se ajusta un poco más al que tenía Marcel Claude y que gatilló una salida bastante polémica?
-Ellos me han escogido para que lleve a cabo la misión de Oceana para Sudamérica, lo que es consistente con lo hacen en todas partes del mundo. Y efectivamente, el perfil que vamos a desarrollar es el de una organización enérgica abocada a los problemas más graves que afectan a los océanos y a proponer y lograr que las autoridades adopten nuestras propuestas para poner solución. Ese es un enfoque basado en la ciencia, pero que tiene mucha consistencia y fortaleza a la hora de poner solución.
–Ustedes forman parte del Pure Salmon Campaign (PSC) y están trabajando conjuntamente con otras ONG, ¿piensan afirmar esta alianza?
-El 7 de enero yo asumo y daré a conocer los lineamientos que tendremos en cada una de las campañas. Por ahora, hay otra persona a cargo de Oceana y por respeto a él no voy a pronunciarme sobre el particular.
Sin embargo, vemos con buenos ojos las políticas de alianza en la medida que pueden fortalecer nuestras campañas y de esa manera lograr los objetivos que nos hemos propuesto. En la campaña del salmón creo que debemos avanzar mucho en el mejoramiento de los estándares de producción, en la disminución de los impactos ambientales de la industria y también en el mejoramiento de las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores que están laborando en la industria.
–Este acercamiento con las distintas ONGs marcaría también una diferencia con la anterior dirección de Marcel Claude, porque su salida se vinculó a los roces con otras entidades. ¿Es una de las puntualizaciones que te pidieron, en el sentido de que situaciones como éstas no se repitieran?
-No hubo instrucción expresa, sin embargo Oceana es parte de un movimiento ambiental y estamos muy abiertos a colaborar en todas aquellas instancias que puedan potenciar nuestras campañas e intereses comunes. En ese sentido, estamos dispuestos a hacer alianzas con aquellas organizaciones que compartan nuestros lineamientos, cualquiera ellas sean, e incluso estamos muy dispuestos a hacer alianzas y colaboración con organizaciones fuera del movimiento medioambiental que puedan compartir algún interés o propósito con nuestras campañas. Desde ese punto de vista, Oceana sí se ve como parte de un movimiento más grande que comparte objetivos comunes.
Lineamientos 2008
–¿Cuáles son los lineamientos que tendrán el próximo año, los temas más importantes en los que van a trabajar?
-Tenemos ya definidas las áreas de interés que hemos desarrollado durante el 2008. A grandes rasgos, nos vamos ocupar de aquellas artes o métodos de pesca que son altamente destructivos para el medio ambiente como la pesca de arrastre, el manejo pesquero en cuanto a la forma poco selectiva de pesca y que implica que debemos ser más selectivos y preocupados de la vida marina. En la pesca industrial, queremos preocuparnos de la pesca salmonera y las consecuencias ambientales que pueda implicar el desarrollo explosivo que ha tenido. En cuarto lugar, nos vamos a ocupar de lo que es la contaminación de las industrias que no tienen adecuados mecanismos de tratamiento de sus deshechos.
–¿Tendrán algún tipo de ajuste especial, coincidiendo con tu llegada, que destaque de años anteriores?
-Empezaremos nueva etapa, donde desarrollaremos cosas que sí hemos visto con anterioridad, que son los cuatro puntos que te mencioné y enfatizaremos en lo posible las que tengan una urgencia o bien que tengan posibilidades de avanzar más fluidamente. En lo particular, nos interesa mucho poner serios límites en lo que es la pesca de arrastre, nos parece que hay un acuerdo generalizado en que este método de pesca es tremendamente destructivo y está generando pobreza para los pescadores artesanales y que está destruyendo en forma irreparable el medioambiente marino.
En ese sentido, a nosotros nos interesa que las autoridades del congreso y del ejecutivo adopten medidas para prohibir la pesca de arrastre en aquellas zonas especialmente valiosas y las limitemos progresivamente en el resto del país, puesto que la industria puede asumir ciertos costos para adaptarse e implementar métodos de pesca más amigables con el medio ambiente.
