El Gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe, negó el domingo en Bogotá que ejerza algún tipo de interferencia para evitar que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cumpla con su anuncio de poner en libertad a tres de sus secuestrados.
«No hay ninguna operación militar orientada a impedir que los secuestrados sean puestos en libertad», afirmó el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, en respuesta a temores presentados en ese sentido por parte del jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez.
El mandatario sostuvo el sábado, en la ciudad cubana de Cienfuegos, que hay en Colombia grupos o sectores «cercanos al Gobierno o del propio Gobierno que, estoy seguro que van a tratar de evitar la liberación exitosa».
Una opinión similar expresó el mismo día en Caracas la senadora colombiana Piedad Córdoba, para quien la Fuerza Pública de su país mantiene operaciones que pueden obligar al aplazamiento de la puesta en libertad de Clara Rojas, su hijo Emmanuel, nacido en cautividad, y la ex congresista Consuelo González de Perdomo.
Rojas, ex candidata a la vicepresidencia, fue secuestrada en febrero de 2002 junto a la ex aspirante presidencial Ingrid Betancourt, también de nacionalidad francesa, y procreó en cautividad hace casi cuatro años a Emmanuel, en tanto que la ex legisladora está en manos de los rebeldes desde septiembre de 2001.
En un comunicado fechado el pasado 9 de diciembre y divulgado el martes último, las FARC anunciaron la liberación de los tres rehenes, en desagravio a Chávez y a Córdoba por la reciente decisión de Uribe de cancelar sus gestiones en procura de un acuerdo humanitario sobre las 45 personas que esa guerrilla retiene con fines de canje.
El alto comisionado para la Paz dijo en una entrevista con la cadena bogotana Caracol Radio, que el «Gobierno colombiano ha actuado con enorme prudencia» ante el anuncio de las FARC de entregar al niño y a las dos mujeres a Chávez.
«Tanto el señor presidente de la República y el señor ministro de Defensa (Juan Manuel Santos) y la Fuerza Pública colombiana, por supuesto, han dicho de manera expresa que no seremos obstáculo para esta liberación», enfatizó Restrepo, que es el interlocutor único del Ejecutivo en acercamientos con los grupos armados ilegales.
El funcionario agregó: «no hay ninguna interferencia de parte del Gobierno colombiano; al contrario, hay beneplácito».
«El Gobierno ha insistido en que ve con buenos ojos esta liberación», aseguró.
El alto comisionado para la Paz, dijo que esperan «como todos los colombianos, que muy pronto, ojalá de manera inmediata, estas personas regresen a casa, para satisfacción de sus familias».
En la misma entrevista, Restrepo les reiteró a Chávez y a Córdoba el llamamiento a que actúen «con mucha prudencia» en estas gestiones, «porque de lo contrario se enrarece el ambiente».
EFE
