Luego de 74 días sin comer, Patricia Troncoso fue trasladada al hospital de Angol, y según fuentes cercanas, es probable que en las próximas horas también sea hospitalizado el comunero mapuche Héctor Llaitul.
Patricia Troncoso,la activista mapuche que se encontraba presa, fue internada el domingo en un hospital de la sureña ciudad de Angol en grave estado a causa de una huelga de hambre que ha sostenido durante 74 días.
La mujer, condenada a diez años de prisión tras ser procesada por las leyes antiterroristas-instauradas durante la dictadura militar- permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de la ciudad.
Según las fuentes, en las próximas horas podría ser también hospitalizado el comunero mapuche Héctor Llaitul, que al igual que Troncoso inició el ayuno el pasado 10 de octubre.
El traslado de Troncoso al hospital se realizó a pesar de la negativa de la reclusa tras un examen médico a que fue sometida en la cárcel de Angol, a 600 kilómetros al sur de Santiago, en la región de La Araucanía.
Familiares de los presos dijeron que ambos han perdido 25 kilos de peso desde que iniciaron la huelga de hambre, en demanda de la liberación de todos los «presos políticos» mapuches, la «desmilitarización» de la zona en conflicto y el fin de los frecuentes allanamientos policiales a comunidades indígenas de la zona.
También demandan un nuevo juicio, bajo las normas del código penal común, sin la aplicación de la legislación antiterrorista, que supone penas más largas y menos posibilidades de recibir beneficios carcelarios.
Otros tres reclusos mapuches, José Huenchunao, Jaime Marileo y Juan Millalén, depusieron el movimiento la semana pasada, tras permanecer 67 días sin comer, al aceptar la mediación del obispo católico de Temuco, Camilo Vial, para la instalación de una mesa de negociaciones con el Gobierno.
Los cinco indígenas fueron procesados y condenados por incendiar bosques de la forestal Mininco, incidente que ocurrió en diciembre del año 2001.
Varios otros comuneros mapuches cumplen también condenas por delitos similares, donde los indígenas reclaman como propias tierras que pertenecen a empresas forestales o agricultores.
En las últimas semanas los autores de varios atentados con bombas ocurridos en Santiago, sin causar víctimas, han dejado en los lugares atacados panfletos en los que demandan la libertad de los «presos políticos» mapuches.
EFE
