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Pese a formalización, fiscalía no logra determinar móvil del homicidio

Al tiempo que las hipóstesis se multiplican, el Ministerio Público apuesta por que Leonel García, a quien se le formularon cargos vinculados al rapto y posterior crimen de María Soledad Lapostol, »reflexione» en la Cárcel de Alta Seguridad, donde quedó bajo prisión preventiva.


La Fiscalía Oriente jugó este lunes sus cartas ante el Cuarto Tribunal de Garantía y formalizó como encubridor y por uso ilegal de una tarjeta de crédito a Leonel García, hasta ahora el único sospechoso con que cuenta el Ministerio Público para llegar a los secuestradores y asesinos de María Soledad Lapostol, quien fue encontrada la madrugada del viernes con cuatro tiros en al cabeza.



Para el fiscal Jorge Reyes, la coartada de García no es plausible ni verosímil. Ninguno de los perseguidores cree que este último encontró botada la VISA de la ejecutiva bancaria en la calle Rosal, a pocas horas de ocurrido el crimen, y más bien apuestan a que mantuvo contacto con los participantes del hecho, porque sólo horas antes uno de los sospechosos de haber participado en el plagio y la muerte intentó girar dinero desde un cajero automático en Merced con Miraflores.



Pero como ésta, existen otras hipótesis que se han ido perdiendo fuerza, como otras que aún están abiertas y que hasta ahora no han trascendido.



Por ejemplo, la idea de un seguro de vida de la mujer que supuestamente ascendía a $ 50 millones, cifra similar a la que estaba contenida en uno de los mensajes de texto que recibió uno de sus amigos mientras estaba secuestrada, ya está casi descartada por la fiscalía.



Incluso la prueba del mismo sujeto que utilizó la tarjeta de crédito tiene algunos espacios grises que los fiscales esperan que se aclaren con el período de "reflexión" que García tendrá en la Cárcel de Alta Seguridad, donde fue enviado ayer por la jueza Ana Ethit, luego de que fue formalizado.



Sin embargo, hasta ahora, esa convicción de los perseguidores penales choca con la total colaboración que ha prestado el detenido, quien no tiene antecedentes anteriores y se desempeñaba como empleado de un correo privado ligado a la empresa Transbank. De la otra tarjeta de crédito que se encuentra extraviada aún no hay noticias.



Por esta razón, la abogada defensora de García, Solange Navarro, por su parte, dejó abierta varias interrogantes: "¿Cómo puede ser acusado de encubridor si ni siquiera se han identificado los autores del secuestro con homicidio? ¿Por qué no se formaliza también a los dos bomberos si participaron del uso indebido de la tarjeta? ¿Qué responsabilidad le cabe al hombre si, hasta el momento, ninguna de las huellas periciadas corresponden a las suyas? ¿Por qué García no destruyó la tarjeta y le dio uso si su fin era encubrir a el o los hechores?"



Sin embargo, la jueza de garantía consideró que "en el estado actual de la investigación, la fiscalía ha demostrado pruebas de vinculación entre el imputado y el delito de secuestro con homicidio, además del aprovechamiento indebido de la tarjeta".



El plazo de la investigación es de 120 días. El detenido, en tanto, se encuentra en prisión preventiva en la CAS, pues su fuga podría atentar contra la investigación, a juicio de la magistrada.



La primera pista



Las otras aristas a estas alturas lógicas es saber si Lapostol tenía doble vida, si la familia tenía enemigos, si el amigo que le encomendó vender la camioneta los tenía y podría ser, entonces, un crimen por encargo. De allí que el marido de la mujer, el abogado Alfredo León Ramírez, también haya sido interrogado por la fiscalía.



La lógica de la investigación busca entonces descartar o confirmar cualquier de estas hipótesis. De hecho, un episodio desconocido hasta ahora es que la noche del secuestro una de las primeras situaciones que se ventilaron era que la secuestrada podría haber sido pariente del ex fiscal nacional Guillermo Piedrabuena, dijo una fuente del Ministerio Público.



Este hecho cobra sentido porque León trabaja precisamente con un pariente de Piedrabuena. Ahora bien, León tiene representaciones de casos comerciales, como por ejemplo el de la inmobiliaria Santa Ana, dueña del edificio donde estaba el café Riquet en Valparaíso, ubicada en la plaza Aníbal Pinto, una de las ubicaciones de alta plusvalía en el puerto.



La fiscalía se encuentra también realizando diversas diligencias periciales en los sitios vinculados al secuestro y homicidio, entre las que se encuentran pruebas dactilares, de sangre y cabello. Por ello, se están cotejando al menos 10 nuevas huellas encontradas en el motel Las Luciérnagas, ubicado en avenida La Florida 8220, donde estuvo secuestrada la mujer, las que podrían arrojar luces sobre la identidad de él o los autores del crimen.



Otra prueba tiene relación con una mancha de semen encontrada en la habitación del motel, aunque puede estar poco vinculada al caso ya que ésta fue ocupada por una pareja luego del rapto.



Igualmente, se indagan los contactos personales de la mujer y que puedan ser eventualmente sospechosos. Es por ello que los investigadores revisaron el fin de semana su computador y la cuenta de correo electrónico en busca de pistas.



También se trabaja sobre la línea de los números telefónicos a los cuales llamó la víctima en los días previos a su muerte, así como los que recibió.



El estado actual de la investigación



Durante la audiencia de formalización de ayer, el fiscal Jorge Reyes confirmó que el 20 de diciembre la víctima fue contactada cerca de las18:30 horas por un hombre que estaba interesado en conversar sobre la compra del jeep, por lo que llegó hasta el trabajo de la mujer en avenida El Bosque 0440, Las Condes.



Desde esa hora, no hubo más noticias sobre Lapostol, sino hasta las 20:05, cuando escribe un mensaje al celular de un amigo José Cadetti Cademártori, quien le responde preguntando si está secuestrada. "Algo así", escribe la mujer, agregando que está en una pieza que, "supone", está en el centro. La mujer habría descartado llamar a su esposo para no preocuparle, debido a que padece de problemas cardíacos.



A las 20:20 escribe a otro amigo y socio de su marido, Eugenio García Ferrada, respecto a que no le diga lo sucedido y que no encargue el auto por robo. A las 21:05, le indica que "he sido tratada bien" y a las 22:30 que la van a liberar y volverá pronto a casa. Desde ese momento, no sabe más de ella, hasta que a las 00:03 le llega el mensaje "50 millones vale mañana".



Cerca de las 07:10, el jeep es encontrado. En su maleta está el cuerpo sin vida de la mujer, tras recibir cuatro impactos en la cabeza. En el sitio del suceso, según consta en el informe del OS-9 de Carabineros, se encuentra el arma homicida -robada en los Dominicos- y las vainas de las balas.



En la audiencia, la fiscalía presentó como prueba sobre la participación de García la cercanía temporal entre el uso de la tarjeta de crédito por parte de la víctima en el motel; vale decir, las 21 horas del jueves 20 y la transacción por parte del detenido a las 12:30 del viernes 21.



Tras detectar la bomba de servicio donde es usada la tarjeta en La Reina, el Ministerio Público interrogó a dos dependientes, que indicaron que la habría empleado "el Leo", trabajador de la empresa asesora de Transbank G.A. Servicios Integrados Limitada, cuyo vehículo era un Susuki Maruti azul. Los bomberos señalan que en base a una transacción cercana a $ 39 mil, se reparten el dinero, con $ 13.100 para García.



Tras la ubicación del sospechoso, se hizo registro del vehículo, encontrándose el documento plástico y pelos de mujer. Según reveló el fiscal Reyes, en el jeep Mitsubishi Montero donde se halló la víctima había una prenda de vestir con una mancha de sangre, la que tras ser periciada arrojó que estaba compuesta por una mezcla de material masculino y femenino, éste último no concordante con el de la occisa.



Al decir del perseguidor penal, sí tendría "factores genéticos similares" a los de los pelos en el auto de García. "Son compatibles, pero no es una prueba concluyente", agrega.



Otro de los argumentos de la fiscalía se relaciona con una contradicción de declaraciones. Así, el detenido señala que encontró la tarjeta en la céntrica calle Rosal, en tanto que su conviviente, Ximena Navarro, sostuvo que a ella le habría contado que "el guatón Guido" le pasó la tarjeta, en referencia a uno de los bomberos de la estación.

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