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Navarro califica de «antidemocrático e inquisidor» castigo a Zaldívar

«Se equivocan quienes creen que amenazando, negando la diferencia o la discrepancia legítima, quitando cupos parlamentarios o puestos en la administración pública, se logra la ansiada gobernabilidad interna», sostuvo el senador DC.


Reiterando su convencimiento acerca de que "con la pena de muerte o la guillotina no se resuelven las obvias y legítimas diferencias que existen tanto al interior del conglomerado como de los partidos", el senador Alejandro Navarro (PS) lamentó la expulsión del senador Adolfo Zaldívar de la Democracia Cristiana (DC).



"Este espectáculo antidemocrático, inquisidor e irresponsable, que deja de manifiesto la incapacidad que tienen los partidos para resolver problemas y tolerar las discrepancias internas, creyendo que éstas pueden hacerse desaparecer por la vía de una mal concebida disciplina, con rasgos autoritarios", sostuvo.



El parlamentario dijo que "se equivocan quienes creen que amenazando, negando la diferencia o la discrepancia legítima, quitando cupos parlamentarios o puestos en la administración pública, se logra la ansiada gobernabilidad interna".



"Es curioso que los mismos que andan viendo falta de democracia en todas partes no sean capaces de empezar por casa. Lo claro, es que negar el debate y las diferencias, queriendo uniformar y negar la esencia fundacional de la Concertación que residía en su diversidad y heterogeneidad, es un camino que no termina bien", añadió.

Navarro indicó que "la decisión del Tribunal Supremo de la Democracia Cristiana de expulsar a Adolfo Zaldívar de sus filas, por firmar con la derecha una declaración de rechazo al financiamiento del Transantiago en el presupuesto 2008, y por emitir algunas opiniones en contra de la DC, parece sobredimensionado, sobre todo cuando se está hablando de un militante que ha ocupado importantes cargos internos, incluida la presidencia, y que tiene más de cuatro décadas de vida partidaria".



"La concreción de esta decisión largamente anunciada -prosiguió- no se si efectivamente fortalece a la DC, pero si tengo claro es que debilitará a la Concertación, ya que sus efectos colaterales no serán sólo internos, sino que atravesarán a todo el conglomerado. Y lo que es peor, la sentencia, propia de la inquisición y la dictadura, podría transformarse en un mal precedente al interior de los partidos, coartando más la democracia de nuestro país, al "amordazar"´ y "maniatar" a los militantes que piensen distinto, o que sencillamente se salgan del discurso oficial impuesto como línea política", añadió.



El legislador señaló que "este es un mal síntoma que viene a agravar una enfermedad, que hasta ahora no ha tenido cura. La expulsión de Adolfo marcará un antes y un después en la Concertación y vendrá a sumarse a la lista de legisladores que por decir lo piensan, han sido condenados por sus conglomerados, apartándolos y aislándolos del partido, como le ocurrió ya a Nelson Ávila y Fernando Flores y a Esteban Valenzuela y Jorge Schaulsohn".



"Seamos francos -añadió- aquí ni la DC ni el PPD han tenido la capacidad suficiente para enfrentar y superar sus crisis, y han optado por lo más cómodo, que es marginar a los que tienen opinión distinta a la cúpula partidaria y al discurso único que se ha apoderado de los partidos de nuestra coalición. Aquí la actitud que debieran tener los partidos es la de incorporar a quienes tienen una opinión diferente, para enriquecer el debate y la visión de las cosas, para potenciar la democracia interna, no sancionarlos ni menos expulsarlos. Sin embargo, esto no ocurre. Es el mundo al revés"



El parlamentario lamentó que "nuevamente la Concertación sea la protagonista de un show antidemocrático, lo que debiera hacernos reflexionar sobre si esto es realmente la democracia que queríamos construir cuando nos unimos para derrocar la dictadura de Pinochet, donde el que hablaba o hacía acciones en contra del gobierno de facto, era eliminado. Zaldívar no ha cometido ningún crimen, ningún delito, por lo que la expulsión es sólo una excusa y una señal política en contra de los que nadan contra la corriente. Si uno no dice, ni piensa, ni hace lo que las cúpulas quieren, se corre el riesgo de ser "decapitado" como militante".



Navarro dijo que "puedo tener diferencias con Adolfo, de hecho las tengo, pero comparto el debate que ha planteado sobre reformar o cambiar el modelo económico. Sin embargo, nuestra coalición elude el tema principal y opta por acallar a un parlamentario por actuar en consecuencia, al decir lo que piensa y al hacer lo que dice. En este periodo de crisis, la decisión de la DC debilita a la Concertación, y aumenta las posibilidades electorales de la Alianza; ya que estamos dando un tremendo espectáculo y no haciendo lo que la gente espera de nosotros".



"Además -añadió- me parece irrisorio que se expulse a Adolfo por votar junto a la Alianza, cuando el propio Gobierno ha sido el promotor de esta tendencia. Digamos las cosas como son, aquí ha habido ministros que no sólo nos imploran votar con la derecha en algunos temas, sino que se juntan con la oposición en el living de sus propias casas a tomar decisiones con ellos, que luego nos comunican en el Parlamento. Esto es una incongruencia y una esquizofrenia política tremenda".



Finalmente, Navarro manifestó que "ojalá no se le vayan a pegar las malas costumbres al PS. En ese sentido el Congreso que se realizará en marzo próximo será una prueba de fuego, y espero que esa tendencia inquisidora y autoritaria, no termine por contagiar ni por apoderarse de algunos barones socialistas".

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