El 28 de diciembre de 1967 el entonces presidente francés, Charles De Gaulle, promulgaba la ley que autorizaba el uso de métodos anticonceptivos y que había generado fuertes discrepancias en el seno de la sociedad y entre los políticos.
La píldora anticonceptiva cumple este viernes 40 años de legalidad en Francia, país donde, sin embargo, se registran cada año unas 210.000 operaciones de interrupción del embarazo, según datos oficiales.
El 28 de diciembre de 1967 el entonces presidente francés, Charles De Gaulle, promulgaba la ley que autorizaba el uso de métodos anticonceptivos y que había generado fuertes discrepancias en el seno de la sociedad y entre los políticos.
Fue el joven diputado conservador Lucien Neuwirth quien impulsó el debate de esa ley y quien terminó por convencer al jefe del Estado de que la concepción de un ser humano debía ser un acto de lucidez, por lo que convenía evitar embarazos no deseados.
Ese tipo de argumentos no impidió a Neuwirth un aluvión de críticas, en especial de sus propios correligionarios, y el apoyo de la oposición de izquierdas, sobretodo del socialista Franí§ois Mitterrand, quien ya había incluido la legalización de los anticonceptivos entre sus propuestas para las elecciones presidenciales de 1965, que perdió contra De Gaulle.
A principios de los 60 en Francia se producían cada año unos 600.000 abortos clandestinos, que ocasionaban centenares de muertes entre las mujeres que se sometían a la técnica de la aguja de metal para interrumpir su embarazo.
En la actualidad, la generalización de la píldora u otros medios – en especial el preservativo – es un hecho en la sociedad francesa, hasta el punto de que un sesenta por ciento de las mujeres emplean esa pastilla y el porcentaje asciende al 86 por ciento entre las que tienen de veinte a veinticuatro años.
Esa precaución, sin embargo, no es obstáculo para que se sigan llevando a cabo abortos, en su mayoría acogidos a los supuestos legales.
Según datos de 2004 del Instituto de Estudios Demográficos, en Francia se llevaron a cabo unos 210.000 abortos, mientras que el número de nacimientos fue de 768.000.
EFE
