En la derecha estiman que dimisión del ministro del Interior, sumada a la del ex vocero Ricardo Lagos Weber, dan cuenta de la escasa conducción de la presidenta Michelle Bachelet. Sin embargo, la situación no tomó por sorpresa a los máximos dirigentes del sector, que aún esperan un cambio más de fondo.
En la Alianza por Chile no sorprendió la salida del ministro del Interior, Belisario Velasco, pero llamaron la atención acerca del hecho de que sean los secretarios de Estado los que estén dimitiendo y no sea la propia Presidenta Michelle Bachelet quien les pida la renuncia, lo que dejaría de manifiesto la falta de conducción que habría en el gobierno.
Así lo hizo ver el presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, quien calificó como una "mala señal" el que se esté suscitando dicha situación. Además, advirtió que para que al gobierno le vaya bien es necesario que cuente con las personas adecuadas en el gabinete, ideas claras y conducción, algo que, sostienen en la Alianza, desde hace meses que no tiene la mandataria.
Larraín señaló, además, que "era evidente que no podía coexistir Belisario Velasco con el ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, porque este último reapareció con mucha ansiedad y copando todo el espectro del comité político".
Y planteó que dada la actitud de Vidal se hace "muy difícil la labor del comité político", por lo que especuló que "Vidal pasará a Interior, porque de lo contrario se repetiría el mismo escenario que con Velasco".
Por su parte, el senador RN Alberto Espina recordó que el acuerdo de seguridad ciudadana al que llegó el gobierno con la oposición "en gran medida se debió a una gestión que hizo Belisario Velasco, junto a (Felipe) Harboe", y advirtió que quien lo reemplace en el cargo tendrá que ser el responsable de implementar dicho compromiso.
E insistió en que la intervención de Velasco para que se concretara el acuerdo "fue muy importante" y que si es Harboe a quien le corresponda implementarlo, no habrá problema porque él "conoce perfectamente bien" los aspectos en que se estaba trabajando.
Mientras tanto, el presidente de la tienda de Antonio Varas, Carlos Larraín, coincidió en el análisis de su UDI, señalando que "no hay una sorpresa en su renuncia, ya que al menos había insinuado su intención de irse y con la irrupción de Vidal había pasado a un segundo plano".
Lo que sí es sorpresa, según el máximo dirigente de RN es que si se veía venir la renuncia de Velasco, "la Presidenta Bachelet no tuviera preparado al reemplazante", lo que en su opinión "demuestra que en el gobierno hay un nivel de indecisión terrible o que el conflicto al interior de la Concertación está alcanzando ribetes de lucha libre, lo que impide resolver los temas importantes para el país".
Sin embargo, en la Alianza la renuncia de Velasco tuvo gusto a poco, pues esperaban que esta fuera la instancia para que la Mandataria aprovechara de hacer un cambio más profundo, ya que estiman que eso es lo necesario para que la conducción política tome un nuevo rumbo. Pero dadas las señales, está claro que la Alianza tendrá que seguir esperando, aunque es un misterio total cuánto tiempo.
