Junto con anunciar que un equipo de abogados está estudiando la constitucionalidad del sistema elegido por el Ejecutivo para el transporte colectivo, el abanderado de Renovación Nacional le propuso un »nuevo trato» a la Presidenta Michelle Bachelet y comprometió a la Alianza a realizar una gestión más propositiva y constructiva.
Tras un corto período de descanso por las fiestas de Año Nuevo, el abanderado de RN, Sebastián Piñera, reapareció sumándose a las dudas expresadas por su sector a la fórmula elegida por el Gobierno para financiar el Transantiago, respecto de lo cual anunció que su equipo de abogados está estudiando si la Constitución contempla el mecanismo anunciado por la autoridad.
"Es importante determinar si esta operación se enmarca dentro de la Constitución y la ley, porque si estuviera fuera es una mala operación y nuestros abogados están estudiando esa materia fundamental", anunció el empresario, precisando que en lo personal hubiera preferido que La Moneda "hubiera propuesto, como se lo estamos pidiendo hace meses, una solución permanente y definitiva para el plan".
A juicio de Piñera, no es posible que el Ejecutivo esté postergando permanentemente "las soluciones de fondo" para este problema que lleva ya casi un año, por lo que manifestó su esperanza de que La Moneda dé a conocer lo antes posible una propuesta final.
En este contexto, el ex presidente de RN aprovechó la coyuntura para recordar que él ya presentó una propuesta "que contiene una solución de fondo" y recalcó que aunque el Gobierno "hizo como que no escuchaba, afortunadamente muchas de las propuestas que hicimos nosotros las están empezando a implementar, por lo que nos alegramos de eso".
Pero precisó que si La Moneda "tuviera un poco más de humildad y capacidad" de recibir la ayuda ofrecida podría dar una mejor solución al Transantiago y más rápido de lo que lo está haciendo, pues dentro de todo admitió que, tal como lo reflejan algunas encuestas, el sistema "está empezando a mejorar".
A su parecer, esto está sucediendo porque el Gobierno está comenzando a escuchar y atender las reiteradas críticas y junto con ellas las propuestas que, estiman en la Alianza, llevaban implícitas. Porque "en octubre de 2006 el Transantiago requería más buses y están empezando a llegar; requería más y mejores recorridos y se están empezando a incorporar; requería mejor infraestructura, se está empezando a construir; requería una mejor plataforma tecnológica, se está mejorando. Por tanto, lo que se hizo con los pies durante tanto tiempo, hoy día está empezando a mejorar y eso hay que saber reconocerlo y, además, alegrarse de que los santiaguinos tengan un sistema de transporte un poco más digno y un poco mejor que el desastre que tuvieron que vivir durante el año pasado".
Pero aunque no descarta que así sea, Piñera indica que este mejoramiento se está efectuando a un "costo gigantesco". "Y yo espero que en 2008 tengamos, por fin, un transporte público, no solamente en la ciudad de Santiago, porque hay problemas graves de transporte público en Valparaíso, Concepción, Temuco, Antofagasta, en muchas ciudades… Y un buen sistema de transporte público es algo que devuelve la dignidad a la gente", agregó.
Nuevo trato
Piñera aprovechó también la oportunidad para ofrecerle a la Presidenta Michelle Bachelet "un nuevo trato" entre el Gobierno y la Alianza para el año que se inicia, pues a su juicio concluyendo "el primer tiempo y el equipo está dando claras señales de parálisis, de fatiga, encerrado en su propia área, desordenados, sin capitán", aludiendo a la renuncia de Belisario Velasco, situación que es necesario cambiar, dijo.
Sin embargo, para que el segundo tiempo empiece bien, la nandataria debe asumir su responsabilidad y debido a que "éste es el único gobierno que tenemos hasta 2010, hay que apoyarlo".
Para eso, le propuso a Bachelet un nuevo trato que implica que ella "tome las decisiones y ejerza su liderazgo. Que nombre al capitán del equipo y que fije el plan de juego. Que ordene la fila, que confirme o cambie a su ministros, pero no los tenga a todos bailando en la cuerda floja".
Un segundo elemento con que debe cumplir Bachelet es que "escuche y acoja más y mejor las propuestas de la Alianza".
Como tercer punto de este nuevo trato y arrogándose la representatividad de toda la derecha, planteó que la Alianza, "de corazón, tendrá una actitud muy propositiva y muy constructiva, porque Chile necesita un buen gobierno que resuelva los problemas y no que se sigan acumulando. Y para eso se requiere que el gobierno lo haga bien y que la Alianza lo haga bien".
Consultado acerca de si estaba hablando en nombre de la derecha en su conjunto, Piñera aseguró que, "efectivamente, toda la Alianza quiere hacer una oposición constructiva y propositiva, ayudar a resolver los problemas"; no obstante, aclaró que "evidentemente, simultáneamente tenemos que fiscalizar porque de lo contrario los amigos de los ajeno pueden seguir metiendo la mano donde no corresponde y los amigos de las tonterías pueden seguir metiendo los pies donde no corresponde".
