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AFP esperan jornada decisiva en el Senado sobre ingreso de la banca

Presidente de ING, Andrés Castro, que acaba de adquirir los activos previsionales del Grupo Santander en América Latina, incluido Chile, indica que no temen a la competencia, ni creen que el mercado esté demasiado concentrado. «Queremos llegar a competir muy fuerte», enfatiza. Concertación insistirá en ingreso de bancos, en particular del Bancoestado.


Confiados en que las indicaciones promovidas por la Concertación en relación al ingreso de los bancos -y en particular del BancoEstado- a la industria previsional no lograrían los votos de los senadores «independientes» Fernando Flores, Adolfo Zaldívar, Carlos Bianchi y Carlos Cantero, están los sectores que se oponen a esta modificación al sistema privado de pensiones.



No obstante, el ánimo de los senadores concertacionistas es positivo. Según el senador PS Jaime Gazmuri, tras una serie de reticencias y problemas de insuficiente información, lo primero que se logró fue alinear con el tema a los 18 votos de la Concertación, limándose algunos problemas que existían con los radicales Nelson Avila y Guillermo Vásquez.



Los impulsores de la idea también destacan que la iniciativa va a ser apoyada por las autoridades del Gobierno, que al principio se mostraron renuentes a esta idea y hoy están postulando que el ingreso del Bancoestado agregaría competencia al mercado previsional.



«Quienes voten en contra deberán explicarle a sus votantes porqué no favorecieron la mayor competencia que produce menores costos», dijo el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, sobre el tema.



La bancada PS no pierde la esperanza de que alguno de los senadores independientes vea lo relevante que es para la competitividad del sistema el que exista una AFP estatal (por vía de una filial de Bancoestado), tal como en el área de la salud existe Fonasa.



Y advierten que así como la Alianza han señalado que podrían recurrir al Tribunal Constitucional para impugnar el artículo relativo a la AFP estatal, los parlamentarios concertacionistas insistirán en el tema en la Cámara de Diputados, donde la iniciativa debe volver a tercer trámite legislativo.



El riesgo importante es que la iniciativa vea atrasada su tramitación y que en definitiva no puedan pagarse las pensiones comprometidas (Pensión Básica Solidaria) a partir del 1 de julio. No obstante, la Alianza está conciente de que esto representa un costo político no menor, porque parlamentarios influyentes del sector se han comprometido a ello.



Otros senadores de la Concertación que han defendido fuertemente esta posibilidad de ingreso de la banca y del Bancoestado son Carlos Ominami- quien sostiene que le parece «grave» que no exista una opción pública para un ahorro que es forzoso- y Guido Girardi, este último un férreo litigante con los actuales operadores de la industria, al punto que ha sido objeto de acciones legales al respecto.



La industria previsional



Los actuales operadores de la industria, a través de su asociación gremial, han hecho una dura crítica a la posibilidad del ingreso de la banca -nacional, porque la extranjera ya tiene cerca del 60% de los afiliados de la AFP, como precisa Gazmuri- y no han escatimado argumentos para cuestionar la apertura al sector financiero.



Han precisado que esa posibilidad se presta para conflictos de interés, dada la posibilidad de comercialización conjunta de pensiones y otros productos no previsionales, visualizan que el tema se prestaría para un aumento de las comisiones (por mayores gastos de venta) y que derivaría en una concentración del mercado financiero. La conclusión final es que sería un perjuicio para el mercado de capitales, y lo mismo para las pensiones.



La Asociación de AFP ha cuestionado también severamente el mecanismo de licitación de cartera de afiliados, que contiene la reforma, pero este asunto fue incluido en el acuerdo alcanzado entre la Alianza, el Ejecutivo y la Concertación, luego de que se hicieran algunos cambios, como que el afiliado que sea licitado podrá cambiarse de AFP si encuentra una alternativa más conveniente para sus intereses.



Desde el punto de vista de los actores individuales de la industria, una visión- aunque no profunda, porque se excusó de hacerlo hasta esperar la votación que haga el Congreso sobre el particular- la dio el nuevo presidente del grupo ING en Chile, Andrés Castro. Y no es una perspectiva menor, porque se trata de nada menos que de la tercera administradora previsional del mercado, luego de adquiriera la AFP Bansander.



«Nosotros no creemos que los bancos ingresen», dijo Castro al ser consultado por la eventualidad del ingreso de la banca al sistema previsional.



Respecto de la licitación de cartera, afirma que ésta «es una forma de (fomentar) la competencia y nosotros no nos cerramos a ésta, pero lo importante acá es la rentabilidad y aunque el tema del precio para la gente joven es relevante, no vaya ser que uno se demore demasiado en ver eso… entonces las señales también son importantes».



El ejecutivo tampoco se mostró de acuerdo con que ingrese un actor estatal al sistema previsional privado porque a su juicio en la industria existe una adecuada competitividad.



«¿Que sentido tiene que ingrese el Estado a un negocio donde hay competencia?», preguntó Castro. «Pero todo esto se vota mañana en el Congreso y nos vamos a atener a lo que en definitiva se resuelva», agrega con cautela.



El ejecutivo del grupo -con operaciones en 50 países, con 120 mil empleados y 75 millones de clientes en el mundo- valoró el reciente fallo del Tribunal de la Libre Competencia, que autorizó la fusión entre ING (AFP Santa María) y AFP Bansander y apuntó que no le complicaban las solicitudes formuladas por el organismo en relación a la necesidad de mantener el nivel de las comisiones a los afiliados.



El profesional dijo que la nueva AFP, cuyo lanzamiento estaría por concretarse en los próximos tres meses, se concentrará fuertemente en lograr la mayor rentabilidad para los afiliados, así como a la posibilidad de potenciar los APV, en el entendido que este un producto para todos quienes tienen lagunas previsionales (por ejemplo, entre que pierden un trabajo y logran otro) y no sólo para los segmentos de mayores recursos.



El grupo aspira a duplicar el negocio en los próximos tres años.



– Hay una cierta preocupación por el número de los actores de la industria y justamente ustedes se están fusionando con otra AFP. ¿A juicio de ustedes, eso es motivo de preocupación?
– No, nosotros no pensamos que sea así. Estamos constituyendo una tercera AFP muy potente en el mercado que va a ser una buena competidora para las grandes que hay, y además con una experiencia muy de especialista y con esto vamos a ser un gran competidor del sistema, por lo que no comparto esa visión de falta de competencia. Nosotros siempre hemos estado acostumbrados a eso y queremos llegar a competir muy fuerte.



-¿Les preocupa que la reforma previsional pudiera fomentar la generación de nuevos actores?
– No, siempre hemos estado abiertos a la competencia, en la medida que sea con el fin previsional y no se desvirtúe eso.



Rechazo de la CUT y ANEF



Por otro lado, la ANEF manifestó formalmente su rechazo a la reforma previsional que se tramita en el Congreso, al igual como lo hiciera la CUT. Incluso, asistirán a la votación de mañana en el hemiciclo para expresar su postura sobre la iniciativa legal.



«Manifestamos nuestro rechazo al proyecto de reforma previsional que se encuentra en el Senado, porque no cumple con las promesas del programa de la Presidenta Bachelet de generar un sistema de pensiones y protección social que repare los graves daños previsionales ocasionados a trabajadores y trabajadoras en particular al sector público», señaló la entidad.



«Reconocemos como un avance que el Estado se haga cargo de aquellos hombres y mujeres más pobres marginados del sistema previsional, y universalice las pensiones asistenciales, pero es absolutamente insuficiente, ya que aquellos que percibirán pensiones sobre la Pensión Básica Solidaria (PBS), que son la mayoría de los trabajadores, no recibirán ningún mejoría sustancial de la reforma en discusión», fustigaron.



Según la entidad, la reforma no toca en definitiva los intereses de los actuales controladores de la industria previsional, mantiene el sistema de capitalización individual, y no agrega la necesaria competencia como para provocar una indispensable reducción de costos.

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