Oscar Izurieta dijo que cuatro generales concurrirán »a la brevedad» a declarar ante el ministro en visita, luego de que fueran involucrados en el caso del secuestro y desaparición de 22 campesinos. Jefe castrense también descartó que exista un »código de silencio» al interior de la institución.
El comandante en jefe del Ejército, general Oscar Izurieta, afirmó este viernes que los cuatro generales de la institución que aparecen en una nómina de posibles involucrados en el secuestro y desaparición de 22 campesinos de la localidad de Paine, se comprometieron a concurrir voluntariamente, y "a la brevedad" a declarar a los Tribunales de Justicia.
El jefe castrense afirmó además, de manera enfática, que al interior del Ejército "no hay ocultamiento de información ni existe un ‘código del silencio’ que nos aparte de nuestro compromiso con la justicia".
Izurieta sostuvo que la vinculación de los generales al caso que investiga el ministro en visita Héctor Solís y que se refiere a "sucesos acaecidos hace más de tres décadas" ha llevado a algunos a "sugerir la conveniencia del retiro de la institución de dichos oficiales".
Los uniformados, que hoy forman parte del alto mando de la entidad, están incluidos en un listado que está en manos del juez Solís y que incluye a 36 subtenientes que se graduaron en agosto de 1973 y que fueron destinados a la Escuela de Infantería de San Bernardo, a la que pertenecen quienes asesinaron a los campesinos.
El general Guillermo Castro Muñoz, comandante de la II División del Ejército de la Región Metropolitana, ya fue interrogado por el magistrado en la búsqueda de los otros dos subtenientes que en octubre de 1973 participaron junto al entonces subteniente Andrés Magaña en la masacre de los 22 campesinos.
Sin embargo, a ellos se suman los generales Cristián Le Dantec Gallardo, actual director de Finanzas del Ejército; Julio Baeza von Bohlen, actual director de Logística de la institución; y Eduardo Ludovico Aldunate Hermann, actual comandante de la División Escuelas del Ejército, según consignó este viernes La Nación.
Aldunate fue mencionado por un ex agente como integrante de la Brigada Mulchén de la DINA, aparato represor de Pinochet, mientras era el segundo comandante de la fuerzas de Naciones Unidas en Haití.
«Lesiona su honor»
Según el jefe castrense, también les ha significado imputaciones que los ha puesto en una situación que "lesiona su honor, al considerarlos sospechosos de acciones punibles sin que medie para ello decisión alguna de un tribunal competente".
Frente a ello, y en línea con lo expresado el jueves por el ministro de Defensa (s) Francisco Vidal, quien defendió la presunción de inocencia en el caso de Castro, el jefe militar sostuvo que hace "plenamente suya" esa declaración en cuanto que se trata de un derecho "que les asiste a los generales aludidos, como a cualquier ciudadano de la República".
Finalmente, manifestó que confía en los oficiales afectados y en que podrán "aclarar los hechos que, eventualmente, se les adjudican".
El juez Solís busca conocer la identidad de otros dos subtenientes que acompañaron a Andrés Magaña. Hasta ahora, esos dos nombres permanecen bajo una férrea protección en un pacto de silencio entre los inculpados y procesados de la matanza del 16 de octubre de 1973, en Paine.
La justicia presume que los cadáveres de los campesinos fueron exhumados clandestinamente entre 1978 y 1979 y lanzados al mar, en el marco de la operación «retiro de televisores», ordenada por Pinochet para borrar el rastro de los asesinatos cometidos en todo Chile en los meses posteriores al golpe (11 de septiembre de 1973).
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