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Más fiscales: la necesidad evidente en cuenta anual del Ministerio Público

Lo claro es que el número de casos aumentó, pero se logró resolverlos con mayor celeridad y mejor gestión que en 2006. Bajó el archivo provisional de las causas, se detectó y anuló a bandas que operaban en el centro de Santiago, se disminuyó a nivel nacional el robo de cable cobre y se le asestaron duros golpes al crimen organizado. Todo esto eso sí, con la misma cantidad de perseguidores.


Aunque el discurso central de la cuenta anual del Ministerio Público fue el énfasis que pondrán este 2008 en combatir la violencia intrafamiliar, la petición encubierta fue que debido al aumento de causas se necesitan más fiscales para que el nuevo sistema funcione como se prometió.



Si bien las estadísticas muestran que las cuatro fiscalías de Santiago, -Oriente, Occidente, Centro-Norte y Sur- lograron 495 mil atenciones presenciales, cerca de 530 mil atenciones telefónicas y derivaron a más de 16 mil personas a sus respectivas Unidades de Atención a Víctimas y Testigos, lo concreto es que los perseguidores están cansados con la sobre carga de trabajo.



El Fiscal Nacional, Sabas Chahuán reconoció que "hay incluso 1.800 causas al año por fiscal y eso excede todas las previsiones, el ideal que se hizo en los estudios no podía exceder las mil".



En este sentido coincidió con el presidente de la Asociación Nacional de Fiscales del Ministerio Público, Francisco Bravo, quien ha criticado la falta de previsión de la autoridad en este sentido.



Uno de los ejemplos que hablan de la errónea planificación cuando se inició la reforma es la diferencia del número de perseguidores según la fiscalía.



Por ejemplo, entre la Fiscalía Sur y la Oriente. La primera que comprende el 42% de todos los imputados en prisión preventiva de la Región Metropolitana, tiene 63 fiscales más el regional, en cambio la segunda, que tramita un número menor de causas, tiene 78 fiscales más el regional.



Lo claro en esta última cuenta pública es que el número de causas aumentó, pero se logró resolverlos con mayor celeridad y mejor gestión que 2006. Bajó el archivo provisional de las causas, se detectó y anuló a bandas que operaban en el centro de Santiago, se disminuyó a nivel nacional el robo de cable cobre y se le asestaron duros golpes al crimen organizado.



Todo este logro, sin embargo, se hizo con la misma gente. No en vano, las renuncias de fiscales que buscan otro trabajo, son mayores en 2007 respecto a 2006.

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