El secretario de Estado salió en defensa del presidente de la CTC y atribuyó las críticas a «un mundo empresarial al que le cuesta mucho dialogar sinérgicamente con los trabajadores».
El ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, defendió el rol del presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), Cristián Cuevas, en los procesos de reivindicaciones laborales, afirmando que se le está intentando "satanizar".
En una entrevista publicada este viernes por el diario El Mercurio, el secretario de Estado salió en defensa del dirigente, a quien sectores empresariales lo sindican como instigador, por su participación en la movilización de los trabajadores subcontratados de Codelco y ahora en los conflictos protagonizados por trabajadores de la industria del salmón.
Puntualmente, Andrade hizo alusión a las críticas contra el dirigente formuladas por el presidente de AquaChile, Víctor Hugo Puchi, quien advirtió que las últimas movilizaciones tienen como meta instaurar una suerte de lucha social.
Al respecto Andrade señala que "aquí hay un mundo empresarial al que le cuesta mucho dialogar sinérgicamente con los trabajadores y ése es un déficit de confianza que muchos empresarios no han tenido la capacidad de sortear. Y creo que es muy injusto con Cuevas".
Agregó al respecto que el propio Cuevas, con quien se reunió el jueves último, "me dio plena seguridad de que, salvo solidarizar con lo que él entiende son las legítimas aspiraciones de los trabajadores, no ha tenido nada que ver con la movilización de los trabajadores. Entonces, me parece que es intentar satanizar a un dirigente sin que existan evidencias reales de aquello".
El ministro descartó además que en los procesos de reivindicaciones laborales haya una escalada de violencia y estimó que las aprensiones que han surgido obedecen principalmente a "un déficit de confianza" del mundo empresarial respecto del sindical.
"Yo creo que ahí los empresarios, especialmente aquellos que dicen ser más modernos, debieran tener la capacidad de anticiparse a los conflictos y resolverlos antes que se provoquen situaciones que todos lamentamos", señaló al matutino, aunque aclaró que rechaza "categóricamente cualquier expresión de violencia en los movimientos laborales».
