Patricia Troncoso exigía compromiso escrito, pero el Gobierno aseguraba que la mediación de la iglesia Católica era suficiente.
La activista mapuche Patricia Troncoso oficializó este miércoles su decisión de deponer la huelga de hambre que mantuvo durante 112 días, en demanda de beneficios carcelarios, poniendo fin a la incertidumbre que había rodeado su decisión.
A través de un mensaje difundido por su vocera, Sara Huenulaf, la mujer agradeció el apoyo y justificó el prolongado ayuno en la necesidad de llamar la atención respecto de las reivindicaciones de la etnia mapuche y de la persecución, que a su juicio, enfrenta.
Asimismo, valoró el rol del presidente de la Conferencia Episcopal de la iglesia Católica, el obispo Alejandro Goic, en la solución del conflicto, que se había demorado por la falta de un compromiso por escrito de parte del Ejecutivo.
Aunque las condiciones del acuerdo ya se habían finiquitado el lunes, Troncoso exigía un compromiso escrito para deponer la protesta, que para el Gobierno era innecesario pues bastaba la mediación de Goic.
De hecho, minutos antes del anuncio de la activista mapuche el Ejecutivo, a través del ministro portavoz, Francisco Vidal, había dado por terminadas las negociaciones.
«El Gobierno ha conversado hoy día en la mañana con monseñor Goic, que es el garante de este acuerdo, nos ha dicho monseñor Goic que el acuerdo se va a cumplir, pero junto con eso quiero decir que el tema de la decisión que tomamos, de aceptar la petición de Patricia Troncoso, confiando plenamente en el mediador, es un tema para nosotros cerrado", sostuvo.
La mujer, condenada en 2001 a diez años de cárcel por el delito de incendio terrorista, permanece internada en el hospital de Chillán y, una vez que se recupere del prolongado ayuno, será trasladada a un centro agrícola administrado por Gendarmería en Angol y podrá obtener la libertad los fines de semana.
El beneficio también se hará extensivo a Jaime Marileo y Juan Millalen, quienes también serán destinados al recinto del organismo penitenciario y, además, podrán acceder a la libertad los fines de semana y dominical, respectivamente.
Vidal descarta debilidad
En la ocasión, Vidal también aprovechó la ocasión para responder las críticas provenientes, principalmente, desde la oposición frente a la postura que adoptó en este tema el Gobierno.
En ese sentido, descartó que se trate de un precedente que derive en que otros reclusos, por la vía de huelgas de hambre, logren doblar la mano a las autoridades para conseguir beneficios.
«Si alguien cree que basta dejar de comer como regla general para que el Gobierno, a través de los reglamentos de Gendarmería, flexibilice, se equivoca. Estamos hablando de un caso específico, de circunstancias específicas, de una petición de la Iglesia que por lo menos para nosotros como Concertación nos merece el más alto respeto por la historia de la Iglesia en estos temas", sostuvo Vidal.
En ese sentido, recordó que «la Iglesia defendió los derechos humanos cuando algunos críticos a la decisión que hemos tomado no solamente violaban los derechos humanos, sino que se quedaban callados».
