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Rebelión oficialista por acuerdo con Alianza para presidencia de la Cámara

Socialista Sergio Aguiló, que según el entendimiento alcanzado el martes debería asumir una de las vicepresidencias en 2009, anunció que no está disponible para ello. Parlamentarios díscolos de la Concertación adelantaron que en marzo próximo no ratificarán los términos del pacto.


Duras críticas formularon los diputados díscolos de la Concertación al acuerdo alcanzado entre el bloque oficialista y la Alianza por la integración de la mesa de la cámara baja, al punto de anunciar su rechazo en marzo próximo.



Según el pacto, el PS Juan Bustos y el PPD Guillermo Ceroni ocuparán la presidencia y primera vicepresidencia en 2008, mientras que la segunda vicepresidencia quedará en manos de un representante de la oposición.



En tanto, para el próximo año la Alianza tendrá la presidencia y primera vicepresidencia, mientras que la Concertación pondrá a Sergio Aguiló (PS) en la segunda vicepresidencia, aunque este último ya adelantó que no está disponible para ocupar el cargo.



«Expresé ya formalmente a mi partido que no asumo ese cargo y que tendrán que buscar a otra persona, pero yo soy coherente con mis dichos y mis principios. No estoy de acuerdo con este entendimiento», dijo el legislador, en declaraciones reproducidas por La Segunda.



A la molestia de Aguiló también se sumaron parlamentarios como Marco Enríquez Ominami (PS), René Alinco (PPD) y Gabriel Ascencio (DC), quienes consideraban que había espacio para pactar con los independientes, entre los que se cuentan los colorines ex DC y los otrora PPD.



«Con esos siete diputados nosotros constituíamos una mayoría sólida, una mayoría que además nos iba a dar cuenta de lo que el gobierno de la Concertación ha llamado el gobierno del segundo tiempo», sostuvo Aguiló.



Los cuestionamientos también alcanzaron a la DC, a la que acusó de causarle un "grave daño" a la Concertación con la partida de los colorines y que éste podría ser "irreparable" con el convenio sellado en la víspera. "La impresión que queda es que éste es un acuerdo espurio que es para repartirse poder", dijo.



Críticas a jefes partidarios



En el mismo sentido, Enríquez-Ominami (PS) calificó como «ineficiente y autoritario" el acuerdo. "Es legítimo tratar de lograr entendimientos con la derecha cuando se trata de temas de fondo. El punto es que acá vemos que se trata de un acuerdo sin contenidos, que apunta solo a llenar cuotas de poder", afirmó.



Enríquez-Ominami, a su vez, apuntó contra el timonel del PS, Camilo Escalona, al señalar que existen dirigentes del oficialismo que se atribuyen el derecho exclusivo de negociar con la derecha, condenando otros parlamentarios que alcanzan acuerdos similares.



«Vemos que algunos dirigentes partidarios tienen un monopolio en la relación con la derecha y son voraces cuando alguien más hace algo similar», dijo el parlamentario, quien aseguró otros parlamentarios oficialistas también comparten su postura.



«Aquí estamos frente a la equivocada lectura de los dirigentes de la Concertación, que creen que la aparición de los colorines es un mal que hay que erradicar, cuando en realidad se trata de un síntoma de la situación en que está la Concertación», puntualizó.



Alinco habla de traición



En el mismo sentido, el diputado René Alinco (PPD) también rechazó el acuerdo, asegurando que "una vez más se está negociando y privilegiando la política de los acuerdos, a espaldas al pueblo, y el pueblo no nos eligió para eso".



Según Alinco, "votar por un candidato de derecha para que presida la Cámara el último año, en pleno período eleccionario, es traicionar a la Concertación, traicionar a la Presidenta y al pueblo de Chile. El cual no nos eligió como diputados, para entregar el poder a la derecha".



"Basta ya que nuestros jefes de bancada se bajen los pantalones sin que la derecha se los pida. Como dijo un gran democratacristiano como Radomiro Tomic, "cuando se negocia con la derecha, es la derecha la que gana", puntualizó.

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