Ministro portavoz destacó que se trató de un «un hombre coherente, consistente, un luchador social», que «nació y murió con los mismos ideales de siempre».
El portavoz de Gobierno, Franciso Vidal, calificó hoy como «lamentable» la muerte del dirigente comunista Volodia Teitelboim e hizo llegar el pesar de las autoridades nacionales a los familiares del escritor.
«Expresamos la solidaridad con su familia y con el Partido Comunista. Estamos hablando de un hombre coherente, consistente, un luchador social», dijo Vidal sobre Teitelboim, Premio Nacional de Literatura.
Volodia Teitelboim, de 91 años, murió este jueves en una clínica de Santiago como consecuencia de una crisis respiratoria.
El vocero del Gobierno recalcó que el político y escritor «vivió sus principios y su ideas en carne y hueso» y agregó que Teitelboim «nació y murió con los mismos ideales de siempre».
En esa línea, Vidal dijo que el ex diputado y ex senador del Partido Comunista se «merece» el masivo velatorio que está coordinando su colectividad, porque «fue parlamentario por muchos años».
También destacó que ante la enfermedad y muerte del escritor, «lo bueno para el país y lo hemos visto en las visitas a la clínica, es que fueron de todos los sectores. Eso habla bien de la convivencia entre nosotros».
PC, orgulloso del escritor
En tanto, el Partido Comunista destacó con «orgullo» la figura y el relevante aporte del escritor y político «a las letras y, en general, a la cultura y al quehacer político» del país.
«Volodia creo que vivió una vida plena, de placer, de imaginación, de construcción de su obra literaria y también una vida plena desde el punto de vista político», dijo el presidente del PC, Guillermo Teillier.
El dirigente comparó a Teitelboim con los escritores Pablo Neruda y Francisco Coloane, el cantautor Víctor Jara y Gladys Marín (líder comunista ya fallecida).
«Volodia fue un gran argumentador de la unidad del pueblo, un luchador infatigable por la dignidad y los derechos de los trabajadores, un demócrata incansable», enfatizó.
Por lo profunda y prodigiosa dimensión de su obra le fue concedido el Premio Nacional de Literatura en 2002.
«Por su extensa jornada, que se prolongó por más de 90 años, en los que atravesó distintos períodos y circunstancias de nuestra historia, por su consecuente vocación y práctica internacionalista, por la fraternidad que desplegaba en cada momento de su vida, él estará siempre con nosotros», recalcó.
