Así lo indicó el vocero del Ejecutivo, Francisco Vidal, consultado por la situación por la que atraviesa la empresa Aguas Claras. El intendente de Los Lagos, por su parte, cuestionó la falta de propuestas de ambas partes para lograr un acercamiento.
El ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, afirmó este martes que el Ejecutivo no es árbitro laboral en la situación que afecta a los trabajadores y empresarios de la salmonera Aguas Claras y enfatizó que ese conflicto está siendo observado como cualquier otra que pudiera traducirse en un conflicto.
«La responsabilidad de una negociación colectiva es entre la empresa y sus sindicatos. El Gobierno no está para ser árbitro laboral, el Gobierno está para hacer cumplir la ley», dijo el secretario de Estado respecto al cierre de una planta de la empresa dispuesta por los incidentes protagonizados el lunes último por sus trabajadores y que terminó con un saldo de más de 40 detenidos.
Vidal insistió que mientras este conflicto se circunscriba al ámbito laboral, aunque «si se sale de ese ámbito, como de hecho ocurrió ayer (lunes), y se va a la alteración del orden público, actúa la fuerza del derecho».
En tanto, el intendente de la Región de Los Lagos, Sergio Galilea manifestó sus aprensiones tanto por la medida de la salmonera de disponer el cierre de la planta, como de los propios trabajadores por su hasta ahora incapacidad de lograr un acuerdo.
«Cómo es posible que una empresa de un sector como el del salmón, una empresa líder a nivel nacional, plantee el cierre de su planta, y cómo es posible que trabajadores no encuentren alguna fórmula que permita que haya una negociación aceptable de carácter salarial», dijo Galilea, en una entrevista con la radio Bío Bío.
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