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Oficialismo descarta propuesta de Cheyre sobre responsabilidades cruzadas

Más allá del imposible político planteado por el ex militar -de que todos los que tuvieron responsabilidad en el Golpe y la violencia política- no pueden estar en cargos de autoridad, el mensaje cifrado es que todo lo andado por la administración Lagos en la relación con las Fuerzas Armadas, se quebró. El senador Carlos Ominami, en tanto fustigó los dichos del otrora jefe castrense, señalando mucho antes que el Ejército, asumió errores.


Ni el Gobierno ni los políticos tomaron muy en serio la propuesta que hiciera este fin de semana el ex comandante en jefe del Ejército general (R) Juan Emilio Cheyre, en torno a que ninguna autoridad que "haya causado la crisis de 1973", participado en la "lucha armada", llamado a "que derrocaran el Gobierno en jercicio" o propiciado "actos terroristas", puede ocupar cargos públicos.



Más allá de imposible político planteado por el ex militar, el mensaje cifrado es nuevamente el viejo debate de quién asume las
responsabilidades sobre el quiebre institucional de 1973, donde se
alude implícitamente a los civiles de la derecha, actuales parlamentarios e incluso a la presidenta Michelle Bachelet.



Todo a partir de la renuncia del general Eugenio Santelices, ex comandante de la guarnición militar de Santiago, luego que se hiciera pública su declaración ante el ex juez Guzmán y su participación indirecta en los homicidios perpetrados por la Caravana de la Muerte en Antofagasta, los días posteriores al Golpe.



Una de las interpretaciones de las palabras de Cheyre apunta a confirmar, desde el mundo castrense, que todo lo andado por la administración Lagos en su relación con las Fuerzas Armadas, se quebró. Y por lo tanto, el Ejército entra en un nuevo ciclo para designar de ahora en adelante su alto mando y definir su relación con el mundo civil.



El vocero de La Moneda Francisco Vidal, apuntó a lo "bien inspirado" que estaba Cheyre, pero indicó que su propuesta es como "desconocer la historia".



Algo más allá fue el senador del PS, Carlos Ominami, quien en los 70 militó en el MIR. "Aquí todos debemos asumir nuestras responsabilidades, yo he asumido las mías. Desde un principio he sido muy autocrítico en torno a las actuaciones de la izquierda. Hemos estado a la vanguardia de la reflexión autocrítica, con mucha anterioridad, de que lo hicieran otros sectores e
instituciones, incluido el Ejército", respondió.



Criticó que Cheyre quisiera hacer "una amalgama de responsabilidades intelectuales, con otras prácticas, donde finalmente las responsabilidades de quienes violaron los derechos humanos terminan desvaneciéndose".



E insistió en que hay personas que pueden responder "por errores", pero otro deben hacerlo "por horrores".



"Yo no cargo ningún muerto sobre mis espaldas, no fusilé a nadie, no torturé a nadie, no soy responsable de haber secuestrado, ni haber desaparecido a ninguna persona", aseveró.



El diputado socialista Carlos Montes, en tanto, dijo que si se cumpliera lo planteado por Cheyre nos quedaríamos sin Ejército o con muy pocos oficiales. No pensó mucho lo que dijo".



¿Y el perdón?



Entre magistrados y abogados de Derechos Humanos -que no quisieron hablar públicamente-, el análisis es que la idea de Cheyre es apuntar a una suerte de acuerdo nacional, una nueva ley de amnistía que no sería posible en el actual estado de las cosas.



En todo caso, si hubiera que llevar a la práctica la propuesta del ex jefe castrense, habría jueces que no podrían seguir en sus cargos, tales como los actuales ministros de la Corte Suprema Ricardo Gálvez y Rubén Ballesteros, entre otros.



Hasta ahora, el Poder Judicial no ha pedido perdón ni ha hecho mea culpa por su actuación durante el régimen militar. De hecho, cuando un juez escribió un artículo sobre el tema, fue sancionado.

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