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Alianza aísla a Cheyre tras críticas a ‘padres fundadores’ del Golpe

El guante que lanzó a la cara de la derecha económica, social y política en el sentido de que reconozcan culpas todos los que justificaron el régimen militar, no fue bien recibido. Salvo el almirante (R) y actual senador UDI Jorge Arancibia, en ese sector político afirman que nada justifica las violaciones a los derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas.


No conforme con la andanada de críticas que recibió tras la publicación de su carta abierta, el ex comandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre decidió precisar más aún sus dichos, atribuyéndole responsabilidad en el Golpe de 1973 a una serie de organismos del Estado, así como a la izquierda y derecha chilenas por igual, calificándolos como los "padres fundadores" de la crisis que desembocó en el 11 de septiembre. Y aunque los juicios de Cheyre no discriminaron a ningún grupo político, el almirante (R), senador Jorge Arancibia (UDI), respaldó su postura admitiendo que el sector al cual ahora representa también tuvo su cuota de responsabilidad en lo ocurrido, y no sólo las Fuerzas Armadas.



Según aclaró Cheyre, en entrevista a radio Duna, los padres fundadores de la crisis del ’73 "son los que provocaron el odio en Chile, que no son solamente la izquierda (…). Los que generaron la crisis más grande y no fueron capaces de controlarla, el gobierno de la Unidad Popular (…), a una oposición de la Democracia Cristiana y una oposición del partido de derecha de la época, que fue implacable y que nos llamó abiertamente".



Y añade: "Los padres fundadores son todos aquellos más la Corte Suprema, el Senado, la Cámara de Diputados, la Contraloría General de la República. Esos son los padres fundadores, los llamadores a unas Fuerzas Armadas que ellos politizaron para que desnaturalizaran su función y se produjeran las seguidillas de víctimas que hoy no están. Esos siguen escondidos en el anonimato, en la impunidad y pretenden que paguen y que sean responsables políticos personas que ni siquiera habían nacido".



De hecho, tras las nuevas declaraciones de Cheyre, Arancibia no hace más que encontrarle razón, señalando que corresponden a un "grito de ¡hasta cuándo!", es decir, "cuándo van a asumir las responsabilidades aquellos que tiene que asumirlas" y en ello involucra a "toda la clase política" sin apellidos.



En este contexto, aunque "era joven" el almirante (R) incluso recuerda la etapa previa al golpe de Estado. "Tengo patente en la memoria el recuerdo del asesinato del general (René) Schneider, porque desde ese tiempo ya había como finalidad dificultar el asenso al poder de Allende; o sea que había una interferencia foránea, extranjera, por un lado y por otro. En un momento de la CIA, con todos sus recursos, y después, posteriormente, de Fidel Castro en apoyo a Allende desembozadamente. O sea, este país nuestro fue un verdadero campo de experimentación de todas estas tendencias de un sector y del otro".



Por eso, tiene la convicción de que "esa gente que estuvo en la gestación, como dice Cheyre los padres fundadores, los ideólogos del momento ¡hablemos ahora las cosas como son! Los Teitelboim de la época, los Altamirano; y por el otro lado, los Bulnes y demás, los padres fundadores de esto, ciertamente que tienen una responsabilidad tremenda en lo que pasó ¡Si no supieron resolver políticamente los problemas del país, pues!».



Cheyre habló del "no respeto a la verdad y el no sacarse las caretas de quienes son los verdaderos fundadores del sistema del gobierno militar, que tanto dolor causó, no son los autores de los crímenes directos, pero sí son los autores intelectuales".



Con esto, por primera vez un ex jefe militar alude directamente a la derecha económica y social que proveyó la justificación jurídica, el apoyo político y los medios económicos para el derrocamiento de Allende y la posterior mantención de la dictadura militar. Episodios que van desde el apoyo financiero de la CIA a los camioneros y a El Mercurio -y que fueron recordados por un capítulo de Informe Especial de TVN para los 30 años del Golpe-, hasta el famoso documento que contenía las bases de la política económica neoliberal del régimen militar, también conocido como "El Ladrillo" y que -según cuenta la historia- estuvo el 12 de septiembre de 1973 en los escritorios de los generales de las Fuerzas Armadas. También caben ahí los respaldos tácitos que recibió el régimen de los principales grupos económicos, como el de la familia Edwards y el del familia Matte -dueña de la Papelera- así como de enclaves del pensamiento conservador, como el Canal 13 y la Sociedad Nacional de Agricultura.



Una realidad que, en términos de estructuras de poder, permite explicarse "el Golpe de Estado como el momento en que el patrón le pasa el fundo al capataz", tal como ha sostenido el historiador Alfredo Jocelyn-Holt.



Tiene razón, peroÂ…



Quien también estima que "en alguna medida (Cheyre) tiene razón" es el jefe (s) de la bancada de RN, diputado Alfonso Vargas, pues en su opinión "el Ejército ha tenido que asumir más allá, de lo que apareciera como razonable, responsabilidades que a lo mejor debieran ser compartidas".



No obstante, aclara que de la misma manera que le encuentra un grado de razón al ex comandante en jefe del Ejército, "hay que decir que en ciertos casos de Derechos Humanos, los responsables están dentro de las instituciones armadas" y agregó que el que algunas personas de su sector "hubieran sido partidarias de que los militares tomaran el control del gobierno no significa que hubiera violaciones a los derechos humanos".



Muy diferente a sus predecesores piensa el diputado de la UDI Jorge Ulloa quien junto con subrayar que en el mundo político existe un "cinismo atroz" en relación a estos temas, señaló que Cheyre debió haber dicho lo mismo "cuando vestía uniforme", pues ahora esas declaraciones resultan "ofensivas y no tienen validez".

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