Policía uniformada extrema controles fronterizos para evitar la fuga de dos delincuentes aún no capturados en el caso de la muerte de dos cabos de Carabineros asesinados el martes 12 de febrero al intentar frustrar el asalto a un frigorífico de Quilicura, en el que intervinieron seis antisociales, cuatro de ellos ya detenidos.
La reconstitución de escena del crimen de los cabos de Carabineros
Job Burgos y Carlos Cuevas en Quilicura determinó que, aunque los dos sospechosos que se encuentran prófugos dispararon contra los policías, sólo uno de ellos es el autor material de las muertes.
«Tenemos la certeza de que fueron los dos prófugos quienes dispararon», señaló el jefe subrogante del OS-9 de Carabineros, general Jorge Rojas, aludiendo a Belisario Córdova Olave y Felipe Antonio Mendoza Rojas, quienes según la autoridad policial no han salido del país por lo que se extremaron los controles fronterizos.
"Ellos se encuentran aún acá en Chile", explicó en declaraciones recogidas por Radio Cooperativa, aclarando que las diligencias se extienden a evitar una posible fuga al extranjero de ambos delincuentes.
Asimismo manifestó que es factible que sólo uno de los dos prófugos sea el responsable directo de la muerte de los carabineros Burgos y Cuevas que murieron el martes 12 de febrero al intentar frustrar el asalto a un frigorífico de Quilicura, en el que participaron seis delincuentes, cuatro de ellos ya detenidos.
El general Jorge Rojas sostuvo que uno de los prófugos, Ramón Córdova Olave, tiene una muy buena situación económica producto de la vida delictual que ha llevado.
El jefe policial dijo que Córdova Olave «tiene cuentas corrientes, propiedades, viviendas de veraneo, por lo que tiene los medios como para huir del país».
Puntualizó que el prófugo "tiene un inmueble en el Barrio Suecia, específicamente en Calle Bucarest 17 y otro en San Ramón, en calle batallón Maipú 2602".
El jefe subrogante del OS-9 de Carabineros, general Jorge Rojas, indicó que en la reconstitución de escena se pudo establecer además que los policías Job Burgos y Carlos Cuevas fueron abatidos fuera de su vehículo.
Por otra parte el fiscal militar Pedro Rossel sostuvo que fueron múltiples los tiros en contra de los cabos, señalando que unos ocho impactaron en la estructura del radiopatrullas y que además los delincuentes descargaron una pistola de nueve milímetros con 14 tiros.