Antofagasta (12,6%), Atacama (27,7%), La Araucanía (34,2%), Los Lagos (13,4%) y Aysén (15,1%) registraron las mayores alzas.
El dinamismo experimentado por el consumo del cemento y el empleo sectorial en la mayoría de las regiones del país permitió que 10 de las 13 antiguas regiones registraran variaciones positivas durante 2007 en sus respectivos Índices de Actividad de la Construcción a Nivel Regional (Inacor), estudio elaborado por la Gerencia de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
Según el indicador de la construcción regional —que en los últimos tres meses de 2007 totalizó un crecimiento de 6,5%, manifestado en el Imacon—, Antofagasta (12,6%), Atacama (27,7%), La Araucanía (34,2%), Los Lagos (13,4%), Aysén (15,1%) y Santiago (10%) lideraron las alzas anuales.
El buen desempeño de los índices fue celebrado por el presidente de la CChC, Luis Nario, quien apuntó que el crecimiento de la actividad regional estuvo en línea con el desarrollo que alcanzó la actividad el año pasado, lo que representa una señal positiva a favor de la descentralización.
"Hay que seguir fortaleciendo la actividad sectorial en regiones para dar un nuevo impulso a la tan anhelada y necesaria descentralización del país", dijo el líder del gremio.
Desglose
Aunque casi la totalidad de las regiones registraron crecimiento durante 2007, el análisis de las cifras permite concluir sobre los factores que explican la alta expansión: incremento en la contratación de mano de obra, aumento en el consumo del cemento, número de permisos de edificación que se solicitaron y la mayor inversión en obras de ingeniería pública.
Éstos han tenido un particular impacto en Atacama y La Araucanía, regiones que desde el segundo semestre de 2006 vienen registrando, aunque con altibajos, una tendencia al alza.
En contraste con ese dinamismo, las regiones de Coquimbo (-8%), Maule (-1,6%) y Bío Bío (-12,7%) fueron afectadas por la menor contratación de mano de obra, así como por el menor número de permisos de edificación solicitados.
La caída de estas regiones pudo ser aún mayor, pero el consumo de cemento —utilizado en obras de ingeniería que son menos intensivas en mano de obra— ayudó a mitigar las cifras.
