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Congreso del PS encenderá los ánimos antes de las elecciones internas

La cita se moverá entre los ejes de continuidad y cambio y se debatirá la forma de los comicios presidenciales, si se aplica la normativa que restringe a dos veces los cargos de elección popular, la necesidad de ampliar la Concertación y la forma en qué se presentarán las listas de los concejales.


La continuidad y el cambio será uno de los principales ejes del Congreso Ordinario del Partido Socialista, el que deberá tomar importantes decisiones como la forma en que se designará al candidato presidencial de la colectividad, se podrán definir las figuras que encabezarán las elecciones internas y si se aplica la normativa que prohíbe a los militantes repostularse por más de dos veces en el cargo.



A la cita que se desarrollará el 14,15 y 16 de marzo se miraran a las caras el sector oficialista de Camilo Escalona, Marcelo Schilling y Ricardo Solari; con las grandes Alamedas lideradas por Isabel Allende y Jaime Gazmuri, y el sector que encabeza Carlos Ominami, Jorge Arrate, Marco Enríquez Ominami, Sergio Aguiló, Alejandro Navarro, Carlos Moya, Fernando Zamorano y Francisco Bucat.



Fuentes del partido comentaron que uno de los sectores de la disidencia planteará la necesidad de ampliar la Concertación, incluyendo a los partidos que en estos 18 años de democracia no están en el parlamento, como comunistas y humanistas, entre otros.



Más de alguna rencilla provocarán los candidatos a concejales, ya que mientras el oficialismo está por una lista unitaria de seis miembros de todos los partidos de la Concertación, donde el que tiene el cargo se mantiene, los disidentes del PS -encabezados por Arrate- piensan que todos los partidos debieran presentar sus seis candidatos a concejales y que la ciudadanía sea la que elija a sus miembros.



Más polémica y ánimos caldeados habrá cuando se intente fijar el mecanismo para elegir al próximo candidato presidencial, pues el oficialismo muestra reticencias a primarias abiertas, lo que desea la disidencia para que sean todos los simpatizantes del socialismo los que definan al abanderado.



Algunos socialistas piensan que si no hay primarias abiertas para designar al candidato de sus filas se podría desencadenar una crisis interna ya que lo más importante para ellos es la participación. "Si la elección del abanderado PS se hace en cuatro paredes no sería democrático", argumentaron.



Además, el congreso va a ser la instancia en la que se aglutinen las diversas expresiones que se van a configurar en las listas para las elecciones internas, es decir, se pueden llegar a acuerdos y que la disidencia presente una sola lista que enfrentaría a Camilo Escalona, que sería el candidato de la Nueva Izquierda.



También se analizará qué sucederá con el Tercerismo, específicamente con el grupo encabezado por el senador Juan Pablo Letelier y el ex ministro Ricardo Solari, a quien se le ha visto acompañado en algunas giras a la Octava Región con Héctor Peña Véliz, del caso Gate, quien actualmente se encuentra suspendido de las filas del PS. Entre los terceristas, también se encuentra otro grupo liderado por el senador Alejandro Navarro, Darío Contador y Fernando Zamorano, entre otros.



No se respetan los acuerdos



Donde no existirán muchas diferencias será en el punto de vista ideológico. Allí no se espera que haya discrepancias dramáticas. Por ejemplo, en el convenio sobre educación la comisión política el PS acordó el fin de la municipalización y el término del lucro con intereses públicos, pero en la práctica ello no ocurrió.



Lo mismo pretende pasar con el acuerdo que restringe a solo dos las reelecciones en los cargos de elección popular (parlamentarios, alcaldes, concejales). Sin embargo, la aplicación de esa medida no se ha puesto en práctica pese a que se adoptó en el Congreso del PS en 2001.



Esto demuestra que algunos "pretenden borrar con el codo lo que escribieron con la mano", señaló una fuente que no tardó en sacar la cuenta que si no se aplica dicha normativa Jaime Gazmuri y Ricardo Núñez se transformarán en senadores casi vitalicios, con 30 años en el cargo.



Otras fuentes comentaron que la norma la quieren aplicar a los diputados, pero no a los senadores, lo que molesta a algunos sectores que insisten que es necesario renovar rostros en el PS.



Por último, un punto a definir en el Congreso es la relación de los socialistas con el Gobierno, ya que Escalona no hace críticas a La Moneda y ello lo confunde con la lealtad, mientras que el propio senador Ominami ha planteado que la lealtad es tratar de rectificar los errores que todo gobierno comete.

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