Ministra Hornkohl señaló que tarea de manejar responsablemente el recurso hídrico compromete también a los habitantes de los sectores urbanos.
La ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, dijo que la responsabilidad de cuidar el agua trasciende al mundo del agro y que, ante la escasez del recurso hídrico que vive el país, esta tarea también compromete a los habitantes de los sectores urbanos.
La secretaria de Estado, cuyo ministerio encabeza las acciones con las que el Gobierno está enfrentando el fenómeno de la sequía, hizo un llamado a cuidar el recurso hídrico incluso en aquellas acciones cotidianas.
"Son acciones que pueden parecer menores, pero que en la práctica tienen un gran significado, como cerrar la llave luego del uso, arreglar las goteras, elegir regar los jardines en horas de menor temperatura, y evitar el desperdicio de este recurso", dijo.
Hornkohl especificó que el Ministerio de Agricultura inició una campaña de difusión para instruir a los integrantes del mundo rural acerca de la optimización del uso del agua, plan que incluye actividades en terreno y también la distribución de cartillas informativas con recomendaciones para una adecuada utilización del recurso hídrico en las zonas afectadas por la sequía.
Estas acciones se enmarcan en la declaración de zona de emergencia agrícola que ya ha beneficiado a 144 comunas del país, con una inversión que supera los $ 19.000 millones.
"Como ciudadanos, estamos cumpliendo con un importante aporte en materia de ahorro frente a este déficit hídrico, que se traduce en utilizar agua efectivamente sólo si es necesario, y así estamos realizando un importante aporte a todo el país", dijo.
Recomendaciones
En lo que se refiere al mundo del agro, el Ministerio de Agricultura está difundiendo una serie de recomendaciones.
– Limpiar canales y acequias dentro de los predios, pues al retirar las malezas, el agua llegará más rápidamente al sector que se quiere regar.
– Mantener el cultivo libre de maleza, para evitarle estela terreno una competencia por agua, luz y nutrientes.
– Que cada agricultor utilice el agua que le corresponde dentro de su turno de riego, lo que permite repartir equitativamente el elemento hídrico.
– Evitar las pérdidas en la conducción del agua hacia el predio. Mientras el agricultor riega su tierra, debe asegurarse de que el líquido no se pierda por desborde desde el canal o que otra persona esté extrayendo agua en un turno que no le corresponde.
– Distribuir adecuadamente el agua disponible en el predio para que todas las plantas reciban una cantidad similar del recurso.
– En el caso de los cultivos, se recomienda estar preparados para que cuando llueva, pueda aprovecharse toda el agua. Para ello, se recomienda construir zanjas de infiltración de aguas lluvia que, en el caso de los suelos en pendiente, deben diseñarse perpendiculares a ésta, de 50 a 60 centímetros de profundidad y de 4 a 5 metros de largo.
– Hacer surcos de intercepción y conducción de aguas lluvias de unos 15 a 20 centímetros de profundidad y de unos 30 centímetros de ancho, por donde corre el agua en superficie, para llevarla a otro sector del potrero. Se debe colocar plástico en los surcos para evitar infiltración y pérdida de líquido. Junto con ello, se aconseja crear estructuras de cosecha y reservas de aguas lluvia, colocando plástico para no perder el recurso.
– Profundizar y mejorar pequeñas fuentes de agua del secano, como norias, tranques y vertientes; desarrollar obras de riego intraprediales más eficientes en el uso del agua, como riego por goteo; capacitarse en el manejo del riego; informarse oportunamente de la disponibilidad del recurso hídrico para el requerimiento de los cultivos; utilizar variedades adaptadas para siembra temprana (mayo), con resistencia genética a sequía y a enfermedades propias del área en el cultivo de trigo en secano.
– Respecto de los frutales, para tener un buen manejo hídrico hay que desarrollar técnicas de monitoreo de los requerimientos de riego: tensiómetros, calicatas, uso de barreno; reemplazar el riego superficial por sistemas de riego mecanizado; regular la carga frutal en función de la disponibilidad de agua de la temporada.
– En cuanto a las plantaciones forestales, el consejo es reducir la evapotranspiración (la pérdida del agua de cada planta), para lo cual se recomienda podar un tercio de la altura de la copa verde de los árboles en plantaciones con edad superior a los tres años; disminuir la densidad del rodal (bosque) eliminando árboles deprimidos y enfermos; seleccionar brotes en rodales de eucaliptos reproducidos vegetativamente, dejando un máximo de 6 retoños por tocón; eliminar la competencia aplicando desmalezado alrededor de los árboles, en plantaciones forestales de uno y dos años de edad.
