Aunque no hay agenda sobre las materias que tendría que abordar el cónclave que se realizará en las Termas de Cauquenes, importantes personeros gremialistas estiman que la convivencia interna en la Alianza es un tema que no puede soslayarse.
Por Claudia Rivas A.
El descanso del verano le dio tiempo a dirigentes y parlamentarios de la UDI para reflexionar sobre uno de los temas que debieran abordarse en el Consejo Directivo Ampliado de la tienda: la relación con sus aliados de Renovación Nacional, puesto que no son pocos los que sostienen que el gremialismo es el que ha debido pagar más cara la frágil unidad de la cual los Larraín han hecho gala durante estos dos últimos años.
El hecho de que antes del receso de vacaciones la directiva no haya dejado una agenda sobre los temas que se abordarán a mediados de marzo en la actividad, ha permitido que surjan espontáneamente las ideas acerca de qué es lo que se tendría que analizar en la cita de Termas de Cauquenes.
Así es como diferentes personeros de la UDI sostienen que si bien el candidato presidencial del partido se definirá el próximo año, ese debate tendría que darse de todas maneras en este cónclave. Lo mismo que otros temas más urgentes: la estrategia municipal, agenda política del Gobierno y la ley de financiamiento de los partidos políticos.
El caso es que el debate acerca de cómo se ha dado la relación entre RN y la UDI, particularmente el año recién pasado, es una materia de vital importancia para los parlamentarios. Especialmente a nivel de diputados, se hizo difícil seguirle el tranco al presidente gremialista, el senador Hernán Larraín, y incluso sienten que sus socios hasta se "aprovecharon un poco" del escenario creado por los presidentes de ambas tiendas.
Pérdida de identidad gana adeptos
Aunque tanto el timonel como su par de RN, Carlos Larraín, han hecho todo lo posible para bajarle el perfil a las crisis internas de la Alianza, el año pasado varias de ellas trascendieron y un elemento común -gran parte de las veces- fue que Renovación intentara sin éxito imponer su visión en temas a los que la UDI siempre se ha opuesto.
Es por esto que entre un significativo grupo de sus personeros se ha ido incubando un cierto malestar, el mismo que finalmente los lleva a concluir que el senador Jovino Novoa tiene razón cuando plantea que la UDI ha ido perdiendo su identidad.
Pero más allá de ese tema que tal vez puede llevar a otro debate más de fondo aún, lo cierto es que en el gremialismo -poco acostumbrado a no tener una figura presidencial con la cual marcar a sus aliados- estiman que RN está utilizando esa ventaja para tratar de imponerse, lo que "inevitablemente tensiona las relaciones" entre ambos partidos.
Ocurre que, efectivamente, en Renovación no faltan los que plantean que tienen un candidato fuerte para postular a La Moneda y que a la UDI -tal como están las cosas actualmente- no les va a quedar otra que sumarse a la racha ganadora. Si bien asumen que ésta es una postura un tanto prepotente, se defienden con el argumento de que siempre fue la UDI la que tuvo candidato y RN "tuvo que agachar el moño".
Este tipo de declaraciones de uno y otro lado revelan lo que los Larraín siempre han tratado de esconder: no hay nada más difícil que mantener la paz al interior de la Alianza por Chile, considerando que en RN también sienten que han pagado costos importantes para evitar "ir al choque" con sus aliados.
