El reestreno de las facultades represivas de la policía para controlar la identidad de transeúntes sin la orden de un fiscal permitió el decomiso de armas de fuego y drogas, principalmente a delincuentes comunes en sectores populares. Según el subsecretario de la cartera, Felipe Harboe, los aprehendidos «andaban con órdenes de detención pendientes o bien fueron sorprendidas en delitos flagrantes».
Con un operativo nacional en el que participaron alrededor de mil efectivos de Investigaciones de todo el país, las autoridades hicieron debutar la ley 20.253, conocida como la "agenda corta antidelincuencia", que devolvió a las policías facultades represivas como la de controlar la identidad o las pertenencias de transeúntes sin que sea necesaria la orden de un fiscal.
La diligencia se inició la noche del lunes y culminó en la madrugada de este martes con la detención de 849 personas, según un último balance entregado por el subsecretario del Interior, Felipe Harboe.
De acuerdo a lo expresado por la autoridad a la radio ADN, gracias a la ley que prescinde de la autorización previa de un fiscal, se practicaron alrededor de 1.700 controles de identidad «simultáneamente en las 15 capitales regionales y en ciudades aledañas».
Los aprehendidos «andaban con órdenes de detención pendientes o bien fueron sorprendidas en delitos flagrantes», agregó, indicando que se registraron tanto revisiones de ropa como de vehículos.
El subdirector operativo de la policía civil, René Castellón, detalló que poco menos del 50% de las detenciones fue practicada en la Región Metropolitana y que el operativo se centró en barrios populares.
Añadió que durante la jornada se recuperaron municiones y nueve armas de fuego, cinco de ellas en Villa Alemana, además de sustancias prohibidas, como marihuana y clorhidrato de cocaína.
