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Lavín habla de corrupción en municipios UDI y enciende el ambiente en el gre

Al presidente de la colectividad, Hernán Larraín, le está resultando difícil controlar la batalla entre el yerno del ex candidato presidencial y la alcaldesa de Huechuraba. Lo último que hubiera esperado el timonel es ocupar espacio en la prensa, no por denunciar hechos de corrupción en la Concertación, sino por verlos instalarse puertas adentro.


Cuando todo comenzaba a salir bien para la UDI, cuya directiva logró reunir a tres de sus más importantes figuras para encabezar la campaña municipal, una de ellas volvió a desatar la discordia en calle Suecia. La comprensible necesidad de Joaquín Lavín de defender la imagen de su yerno, Isaac Givovich, lo llevó a cometer la temeridad de aseverar que la corrupción también llegó a la UDI.



Sólo horas más tarde de que el presidente de la tienda sentenciara que es "obrar de mala fe" insinuar que en la Alianza se ha instalado la corrupción, basándose en un caso aislado, el ex abanderado gremialista soltó una frase que sembró la cizaña en la tienda. «Mi yerno descubrió que la corrupción no es sólo patrimonio de la Concertación y que también hay corrupción en municipios de la UDI», dijo a La Segunda.



Las palabras de Lavín provocaron escozor tanto en dirigentes como en alcaldes de la tienda. Aunque se entiende que por razones familiares el ex edil de Santiago salga en defensa de Givovich, la molestia generalizada radica en que con sus dichos pone en duda la integridad del conjunto de los alcaldes del partido.



Sobre todo cuando en la UDI se han hecho todos los esfuerzos por separar la situación de Givovich de la figura del ex candidato presidencial. Al punto que el propio Larraín había planteado el lunes recién pasado que "no podemos estar imputando a Joaquín Lavín alguna conducta por algo que puede haber hecho su yerno".



Larraín expresó ayer su íntimo deseo de "no hacer de esto un episodio público". Hasta ese momento estaba jugando todas sus cartas en dejar que los tribunales diluciden cuál de las partes está en lo correcto, manifestando su esperanza de no "estar de comentarista diario" del proceso.



En este contexto las palabras de Lavín cayeron pésimo en la UDI. Y en la tarde Larraín tuvo que salir a dar la cara por el exabrupto que encendió los fuegos en calle Suecia. En el Congreso el presidente gremialista dijo haber hablado con el ex alcalde "y me ha señalado que sus palabras se circunscriben sólo a este caso (Huechuraba), no hay mayores antecedentes respecto de otras eventuales situaciones similares".



El vocero



Con una fuerte disfonía, producto de una gripe que la afecta, la alcaldesa de Huechuraba no quiso ahondar en esta disputa que ha tomado ribetes inesperados y que lejos de extinguirse -como espera Larraín- cada vez cobra más fuerza. Pero sí señaló que no se va a referir "a los dichos del vocero de Isaac Givovich".



Las palabras de la alcaldesa denotan la contrariedad que le provocó la irrupción de Lavín y si bien un sector del partido entiende la actitud del ex alcalde no dejan de reconocer que con sus declaraciones le echó más leña al fuego. En vez de aportar a bajarle el perfil a la situación, cosa que Larraín ha buscado desde que reventó, sólo le dio más relevancia pública.

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