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Alumnas discriminadas por orientación sexual vuelven a clases

El caso se originó el 25 de marzo cuando M.J.A pego a tres cuadras del colegio un cartel con la frase «G. Te amo». Por ese motivo fue impedida de ingresar a clases la semana pasada. Además la dirección le exigió a ella y a su pareja, ambas de 17 años, cambiarse a un liceo mixto para modificar su orientación sexual.


Las dos alumnas del Centro Politécnico de San Ramón a quienes se estaba tramitando su expulsión en razón de su orientación sexual, podrán reincorporarse al establecimiento sin ningún tipo de condicionamiento, informó este lunes el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).



La medida se adoptó tras la protesta de estudiantes y minorías sexuales en el frontis del colegio el pasado viernes y luego que el domingo la madre de unas de los jóvenes y el Movilh se reunieran con la dirección del liceo, donde se demandó la reincorporación a partir de este lunes.



El caso se originó el 25 de marzo cuando M.J.A pego a tres cuadras del colegio un cartel con la frase «G. Te amo». Por ese motivo fue impedida de ingresar a clases la semana pasada. Además la dirección le exigió a ella y a su pareja, ambas de 17 años, cambiarse a un liceo mixto para modificar su orientación sexual.



Tanto M.J.A como su madre, se mostraron feliz con la reincorporación, calificada por el Movilh como «un nuevo e importante triunfo sobre la discriminación en el sistema educacional. Lo concreto es que casos como estos demuestran las necesidad de políticas publicas preventivas específicas, pues, insistimos, no se puede seguir apagando incendios».



La activista del Movilh, Sofía Velásquez sostuvo que el diálogo sostenido con el Centro Politécnico de San Ramón «nos demuestra de manera especial esta necesidad, pues la dirección se negó a reconocer su error e incluso negó que hubiese lesbianas en el establecimiento. Además, exigió que M.J.A reingresara sólo si firmaba un carta donde se comprometía a dejar el colegio frente a cualquier nuevo inconveniente».



Sin embargo la madre de M.J.A, con la asesoría del Movilh, se negó a firmar y cinco horas después de la reunión., se le notificó que su hija podría reingresar a clases.



Para el Movilh "lo más importante para el éxito ha sido la valentía de los jóvenes que denuncian la discriminación. Ellos y ellas son un ejemplo de ejercicio y exigencia de derechos y deberes», apuntó Velásquez.



Del total de casos, tres han ocurrido en el Centro Politécnico de San Ramón, siendo este el único establecimiento que ha reincidido en prácticas discriminatorias. «Además sabemos de otras 10 alumnas que han padecido hostigamientos, pero su denuncia no fue formalizada por problemas familiares», puntualizó la activista del Movilh.

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