«La decisión del TC es evidentemente en contra de las mujeres y prueba de que la clase política se aleja cada vez más de los intereses de los ciudadanos y ciudadanas», señaló el presidente nacional de la entidad, Claudio González.
La Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss), calificó este martes como «una intromisión y retroceso» de las políticas de salud pública, el fallo del Tribunal Constitucional que prohíbe el reparto gratuito de la píldora del día después en los consultorios del país.
El gremio, señaló además, que la decisión discrimina a las mujeres que no tienen recursos para acceder a este medicamento.
«La decisión del TC es evidentemente en contra de las mujeres y prueba de que la clase política se aleja cada vez más de los intereses de los ciudadanos y ciudadanas», señaló el presidente nacional de la Fenpruss, Claudio González y agregó que el fallo ha pasado por alto las políticas públicas respecto a la salud sexual y reproductiva.
En ese sentido, según el dirigente, la prohibición de la píldora del día después, podría tener consecuencias catastróficas para la planificación familiar en los sectores populares de la población.
«Las mujeres tienen derecho a decidir sobre sus cuerpos, sobre sus vidas, sobre su reproducción y sobre su sexualidad, en tanto, son sujetas de derecho con capacidad moral para adoptar las opciones que más les convengan a sus realidades de vida», expresó el presidente de los profesionales no médicos.
Incluso señaló que existen acuerdos internacionales suscritos por Chile que establecen que «los padres tienen el derecho humano fundamental de determinar libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos», así como Convenciones sobre la eliminación de todas formas de discriminación contra la mujer (1979); y que el fallo de TC estaría faltando a todos estos tratados.
Respecto a la discusión de que si el fármaco es abortivo o no, González señaló que existen estudios tanto del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva y la Asociación de Protección de la Familia (Aprofa) como de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que prueban que el levonorgestrel -componente principal de la píldora- no tiene efectos nocivos sobre la salud y menos aún, es abortivo.
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