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Pleno de la Suprema elabora quina para llenar vacante de Chaigneau

De los cinco postulantes a llenar el cupo en el máximo tribunal del país, sólo el ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso Julio Torres Allú fue incorporado sin votación previa, ya que cumple con el requisito de la mayor antigüedad.


El pleno de la Corte Suprema elaboró la quina de magistrados para postular al cargo de ministro del máximo tribunal, y del cual surgirá el nombre de quien llenará la vacante que dejó Alberto Chaigneau, quien jubiló y dejó el Poder Judicial el 1 de enero pasado.



Según informó el presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, la nómina está integrada por el ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso Julio Torres Allú, quien fue incluido por derecho propio al ser el ministro más antiguo en la categoría.



También la conforman el ministo de la Corte de Apelaciones de Santiago Alfredo Pfeiffer Richter, con siete votos; el ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción Guillermo Silva Gundelach, con seis votos, y la ministra del tribunal de alzada capitalino Rosa María Maggi Ducommun, con seis votos.



El quinto postulante es el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Haroldo Brito Cruz, quien se incorporó a la quina luego de efectuarse un sorteo con el ministro de ese mismo tribunal, Eduardo Solís Muñoz, quien registró la misma votación.



Los magistrados que también tuvieron respaldo en la votación fueron Juan Escobar Zepeda, de la Corte de Apelaciones de Santiago (4 votos); Rosa Egnem Saldías, de la Corte de Apelaciones de San Miguel (4 votos); Juan Eduardo Fuentes Belmar, de la Corte de Apelaciones de Santiago (3 votos); Carlos Aránguiz Zúñiga, de la Corte de Apelaciones de Rancagua (2 votos), Héctor Toro Carrasco, de la Corte de Apelaciones de Temuco (2 votos) y Roberto Contreras Olivares, Presidente de la Corte de Apelaciones de San Miguel (un voto).



El presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, indicó que espera que el nombramiento sea resuelto lo antes posible por el Ejecutivo -junto con la ratificación del Senado- para así ir supliendo las vacantes dejadas por el retiro de cuatro magistrados entre diciembre de 2007 y marzo de 2008.



"Siempre lo hemos dicho, dependemos del Gobierno en materia de nombramientos judiciales y mientras más eficaces o más rápidos sean mejor para el servicio nuestro. Nos complica bastante el funcionamiento porque el número de ministros por sala tiene que ser determinado y no siempre se puede formar con integrantes», dijo.

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