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Misteriosa carta que denuncia presiones de Arenas en el caso Registro Civil

Días antes que reventara el escándalo donde el ministerio de Justicia descabezó a la cúpula de la entidad, cinco personas que participaron en la revisión de las bases de licitación escribieron una misiva de dos páginas contando los pormenores que derivaron en que ganara el gigante indio Tata. Fueron a dejarla a una notaría para protegerse, por si el caso llegaba a la justicia, pero no se las aceptaron en un sobre cerrado. Así fue como terminó en la bóveda del Banco de Chile.


Cuando la semana pasada la fiscal Alejandra Godoy, que lleva la investigación por las presuntas irregularidades en la licitación del Registro Civil, reveló la existencia de una misteriosa carta que obtuvo de la bóveda de un banco, hubo caras de sorpresa entre los asistentes a la audiencia en el Séptimo Juzgado de Garantía.



La misiva, que está bajo "reserva absoluta" para todas las partes del proceso, contiene información relevante para la causa con testigos protegidos, lo que aumentó el misterio.



Una fuente que participó de la firma de este documento -hasta ahora secreto- reveló a El Mostrador.cl no sólo la historia de cómo se fraguó la idea, sino también por qué fue dejada en una institución financiera.



Firmas protegidas



Según la fuente consultada por este diario -cuyo nombre se reserva para el éxito de la investigación- relató que poco antes de que otorgara la segunda licitación en marzo pasado -la primera fue rechazada por la Contraloría- cinco personas que participaron en la revisión de las bases, captaron que podía estallar un escándalo y decidieron plasmar en dos hojas los pormenores de cómo recibieron supuestas presiones del ex director Guillermo Arenas para que la ganadora fuera Tata.



Luego de redactado el documento se dirigieron a una notaría en el centro de Santiago. Allí intentaron dejarla en un sobre sellado, como una forma de protegerse si es que el tema llegaba a la justicia. No en vano la licitación alcanzaba la no despreciable cifra de US$ 80 millones, por lo que no era descabellado suponer que habrían presiones.



Sin embargo, en el lugar les indicaron que para ser aceptada la misiva, debían abrir el sobre y mostrar el contenido de éste que debía ser guardado con la firma del notario, como manda el procedimiento.



Preocupados de que se filtrara, entonces, cortaron por lo sano. ¿Dónde se podía guardar un documento de esa especie sin que nadie preguntara mucho por el contenido? La respuesta fue inmediata: un banco. El elegido fue el Chile.



Por esta razón cuando la semana pasada la fiscal Godoy formalizó al ex asesor del Registro Civil Andrés Contardo -que al mismo tiempo trabajaba para la ganadora Tata- se le vio segura. Como en una puesta en escena que requería misterio y tensión, reveló entonces la existencia de la carta.



Godoy, después de esta jugada, formalizó a Contardo y logró nada menos que la prisión preventiva, la que será apelada por su abogado Manuel Garrido ante el tribunal de alzada capitalino.



Al mismo tiempo se apresta a formalizar a los dos ejecutivos de Tata, Domingo Frez y Andrés Tupper, quienes recibían la información que Contardo les proporcionaba y que les habría permitido ganar la licitación.



La perseguidora también prepara la citación a Guillermo Arenas y evalúa, después de interrogado en calidad de imputado, formalizarlo por tráfico de influencias, aunque el tipo penal podría cambiar.



De puño y letra



Pero Godoy estaría enfrentando algunos problemas con la testigo estrella del registro civil, María Isabel Moya, jefa del Departamento de Informática del organismo, quien se mantuvo en su puesto pese al descabezamiento de la dirección de la entidad.



Según comentó una fuente allegada al caso, la mujer habría dicho que le informó de las anomalías en la licitación a Jorge Lobos, jefe de gabinete de Arenas, pero las fechas no coinciden ya que este último se encontraba de vacaciones en Pucón. Para ello, Lobos entregó una fotografía y un oficio que así lo acreditaba.



Otra de las afirmaciones de la mujer fue que una de las bases de licitación se la habían entregado escrita el propio Arenas, pero a la fiscal le fue aportada la versión que la misma Isabel Moya escribió de su puño y letra.



Este medio intentó ayer obtener una versión del propio Arenas y León, pero ninguno contestó su celular.







* La fotografía de portada fue tomada de la página del sitio de investigación periodística www.ciperchile.cl

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