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Ordenan reabrir investigación por asesinato de edecán de Salvador Allende

Arturo Araya Peters fue muerto a tiros en la madrugada del 27 de julio de 1973, menos de dos meses antes del golpe militar , cuando salió al balcón de su departamento, situado en un cuarto piso, tras la detonación de una bomba frente al inmueble.


La Corte de Apelaciones de Santiago ordenó este lunes reabrir la investigación por el asesinato, en 1973, del capitán de la Armada Arturo Araya Peters, edecán del entonces presidente Salvador Allende, informaron fuentes judiciales.



La medida, que la familia del oficial había solicitado por primera vez en agosto de 2003, se aprobó ante la aparición de nuevos antecedentes, aportados por el único presunto participante en el crimen que cumplió una condena de prisión.



Araya Peters fue muerto a tiros en la madrugada del 27 de julio de 1973, menos de dos meses antes del golpe militar en el que fue derrocado el Gobierno socialista de Allende (1970-1973), cuando salió al balcón de su departamento, situado en un cuarto piso, tras la detonación de una bomba frente al inmueble.



El crimen, que la oposición a Allende quiso achacar a grupos armados de izquierda, fue en realidad obra de miembros del ultraderechista grupo «Patria y Libertad», que combatió con métodos terroristas al Gobierno izquierdista.



Un total de 32 miembros de ese grupo, cuyo fundador fue el abogado Pablo Rodríguez Grez, defensor de Augusto Pinochet en los juicios abiertos contra el fallecido dictador en sus últimos años, fueron detenidos y procesados a raíz del crimen por la Fiscalía Naval.



Sólo uno de ellos, Guillermo Claverie, estuvo un tiempo preso, tras ser condenado a tres años y un día de prisión como autor material del crimen, mientras otros estuvieron poco tiempo en la cárcel y todos fueron indultados en 1981 por Pinochet, «por servicios prestados a la Patria».



Algunos de esos ultraderechistas se integraron durante la dictadura al aparato represivo de Pinochet y han sido condenados en juicios por violaciones a los derechos humanos.



En una reciente entrevista con el diario La Nación, Claverie juró que es inocente y aseguró que fue obligado a confesar tras ser torturado por oficiales de la Marina y de la Fuerza Aérea y que al parecer fue elegido como chivo expiatorio por sus jefes de «Patria y Libertad».



Aunque admitió haber estado en el lugar de los hechos, dijo que siempre permaneció en la calle y que la trayectoria de la bala que mató al edecán, que estaba en un balcón del cuarto piso, era de arriba hacia abajo.



Afirmó además que el disparó después que vio caer al hombre del balcón y que en ese momento ignoraba de quién se trataba.



Las declaraciones de Claverie fueron parte hoy, en la Corte de Apelaciones del alegato de Arturo Araya, hijo de la víctima y abogado querellante en el juicio.



Por unanimidad, la VIII Sala del tribunal de alzada determinó que el juzgado a cargo del caso proceda a la reapertura de la investigación y tome testimonio a Guillermo Claverie y proceda con otras diligencias que de ellas se derivan.



Hace algunos meses, ese juzgado había dispuesto el cierre temporal de la investigación, por la ausencia de antecedentes nuevos que aportaran al esclarecimiento de los hechos.



EFE

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