Rumores van y vienen. Uno fuerte es que el dueño de Copesa, Álvaro Saieh, le habría echado el ojo al holding del recién fallecido Gerardo Rocha, pero no a través del fondo Halcón, sino que en forma particular. También se dice que la oferta presentada por estos últimos no estuvo a la altura de las expectativas. Como sentenciaba el inescrupuloso protagonista de la película Wall Street, »el dinero no duerme».
Una semana antes de la muerte del dueño de la Corporación Santo Tomás, Gerardo Rocha, su nombre junto al cargo de presidente del directorio dejó de ser visible en la página web de la institución. En su lugar estaba el miembro de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y dueño del 6% del holding, Rodrigo Alarcón.
A su lado, se podía ver un nuevo miembro del directorio: el gerente de finanzas corporativas y socio de LarrainVial, Juan Eduardo Vargas. Pero su asignación no es casual, ya que la familia del fallecido empresario decidió poner en manos de la corredora el 71 por ciento de la propiedad de la corporación, de la que son titulares.
Detrás de Vargas está Leonidas Vial Echeverría, socio mayoritario -con un 30 por ciento – de la corredora de bolsa y hermano del ex rector de la Universidad Santo Tomás y miembro de la junta directiva, Aníbal Vial Echeverría.
De esta forma, la compañía del Rey León, como le dicen en su entorno, será la encargada de vender Santo Tomás, cuyo valor se estima en unos US$ 100 millones.
Y ya habría compradores. Al menos así se rumorea. Uno de los mayores interesados que le habría echado el ojo al imperio de Rocha con intenciones de reinsertarse en el negocio universitario es el empresario y dueño de Copesa Álvaro Saieh. Porque aunque forma parte del Fondo Halcón junto a Eduardo Fernández León, José Yuraszeck y José Antonio Garcés, que posee el 15 por ciento de la propiedad, fuentes cercanas aseguran que él pretende hincarle el diente en forma particular.
La oportunidad le viene como anillo al dedo al dueño de CorpGroup, quien no es la primera vez que vitrinea en el mundo académico. A mediados de los 90 participó como propietario de la Universidad Andrés Bello, donde se asoció al operador político de la UDI, Luis Cordero. De la UNAB se salió luego de que la casa de estudios fuera vendida a inversionistas internacionales.
Y aunque lo cierto es que el Fondo Halcón, administrado por la consultora Econsult -entre cuyos directores está el miembro del directorio de la entidad tomista, José Ramón Valente- tiene la primera opción para comprar el holding de la familia Rocha, la oferta que presentó habría sido poco atractiva.
Incluso se ha especulado de que LarrainVial intenta vender las acciones en España, lo que fue absolutamente desmentido por la compañía, aunque en esta reconocieron que "habría interesados" en el país. En todo caso, una fuente de la competencia de la corredora, asegura que "si hoy tiene un mandato, su deber es contactar a todos los posibles interesados, ver todas las alternativas. Y si están en España será allá".
La misma fuente explica que es muy complejo que el destino de la corporación pueda adelantarse, ya que "es una empresa que no se está abriendo a la bolsa sino que se está buscando el mejor postor. Entonces lo más probable es que se sepa un día de repente que se vendió la Universidad Santo Tomás a tal persona. Es muy poco probable que trasciendan informaciones al mercado, salvo que ellos la quieran filtrar para generar cierto efecto".
En manos del León
Independientemente de quién sea el próximo dueño del "sueño" de Rocha, lo cierto es que su muerte aceleró el proceso de venta que se venía anunciando y que dará al mejor postor buenas utilidades. Basta recordar los casi $ 5.500 millones que obtuvo Santo Tomás en 2007, o que su patrimonio contable alcanza a US $ 65 millones.
El hijo mayor de Rocha, Gabriel, es quien tiene el control y administración del patrimonio de su padre y quien decidió junto a su madre y hermanos, contratar los servicios del estudio de abogados Barros & Letelier para que los asesore. Así como a LarrainVial, empresa que lidera el monto total de papeles transados en la Bolsa de Comercio de Santiago a abril de este año, con US$ 5.417 millones.
Una buena cifra, pero que no se compara con los tiempos en que la corredora era dueña y señora del mercado. Eso, hasta que su joven competidor Celfin Capital irrumpiera en escena desajustando la forma de hacer negocios en el tradicional y cerrado mercado bursátil nacional.
Con todo, la corredora de Leonidas Vial sigue siendo líder en la jungla financiera. Su trayectoria y el sello que le imprime el también vicepresidente de la Cámara de Comercio, así como las conexiones familiares, la convirtieron en la elegida para esta delicada y millonaria operación.
