«Ha caído el primero, el que estaba a cargo del recinto. Ya caerá el que lo mató, o los que lo mataron a golpes y le metieron 44 tiros», afirmó el vocero en declaraciones a la prensa extranjera acreditada en el país. En la oportunidad entregó la posición del Gobierno ante el cierre con un solo culpable de la investigación del crimen del autor de canciones como «Te Recuerdo Amanda», «El Derecho de Vivir en Paz», «Manifiesto» y «Plegaria de un Labrador».
Confiado en que la Justicia no dejará impune al asesinato del cantautor Víctor Jara, el ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, aseguró este viernes que ya cayó el primero y hora le toca al autor del crimen.
«Ha caído el primero, el que estaba a cargo del recinto. Ya caerá el que lo mató, o los que lo mataron a golpes y le metieron 44 tiros», señaló el vocero de La Moneda en una conversación con la prensa extranjera acreditada en el país.
Al referirse a la decisión del juez Juan Eduardo Fuentes de cerrar la investigación con un solo culpable, Vidal aseguró que «lo importante es que después de más de 35 años, el asesinato de Víctor Jara, como tantos otros, no va a quedar impune».
La resolución emitida 35 años después de la muerte del artista, fue adoptada por el juez Juan Eduardo Fuentes Belmar, que cerró el sumario con un único inculpado como autor del homicidio, el jubilado coronel del ejército Mario Manríquez Bravo.
Pese al cierre del proceso judicial, el secretario de Estado dijo que éste se encuentra «en curso», precisando que no ha habido "ni un solo giro en el Gobierno" sobre los casos de violaciones a los Derechos Humanos, resaltando que "la política es la misma: Verdad y justicia depositada en los tribunales".
Para el ministro vocero «Chile es el país de América Latina que más ha avanzado y más justicia ha hecho» en cuanto a violaciones a los Derechos Humanos.
Al referirse a Manuel Contreras, Vidal manifestó que "con 400 procesos en curso, es el único país de la región que tiene preso y condenado por más de un siglo al jefe de la ‘Gestapo’ chilena".
En la búsqueda del "Príncipe"
El sumario se cerró con un único inculpado como autor del homicidio, el coronel en retiro del Ejército Mario Manríquez Bravo, quien era el oficial a cargo del entonces campo de prisioneros en que fue transformado el «Estadio Chile», recinto donde Víctor Jara fue asesinado el 15 de septiembre de 1973 y que ahora lleva su nombre.
El abogado querellante, Nelson Caucoto, anunció que apelará el dictamen, pues, según dijo a los periodistas, aún hay responsables que deben ser procesados, vinculados con la alta oficialidad del Ejército.
Según el profesional aún no ha sido aclarada la identidad de un oficial apodado el «Príncipe» y sindicado por testigos como autor material del asesinato de Jara.
Sin embargo, hasta ahora, según fuentes judiciales, ningún testigo pudo identificarlo ni entregar antecedentes sobre este represor.
«Ha sido una investigación complicada, se han decretado numerosas diligencias y finalmente he estimado que ya está agotada la investigación», manifestó el juez Fuentes Belmar, quien explicó que «por el momento» se cerró la investigación y señaló que los querellantes están en su derecho al pedir a la Corte de Apelaciones la reapertura del sumario.
El juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, asumió en 2005 el caso por la muerte del cantautor, juicio que anteriormente estuvo en manos del magistrado Juan Carlos Urrutia, que procesó en diciembre de 2004 a Mario Manríquez Bravo como autor del homicidio calificado de Jara, en su calidad de ex jefe del entonces campo de prisioneros.
La investigación del juez Urrutia determinó que Víctor Jara fue detenido el 12 de septiembre de 1973 en la Universidad Técnica del Estado, donde ejercía como profesor, junto a otras 600 personas entre docentes y alumnos, que fueron trasladados al Estadio Chile.
«Fue reconocido en el Estadio Chile por un oficial de Ejército, separado del grupo y golpeado de inmediato o con pies, puños y culatazos de fusil por parte del personal militar», agregó el texto del procesamiento.
El documento precisó que al cantautor «se le dio muerte en el mismo Estadio Chile, mediante múltiples disparos realizados presumiblemente con armas automáticas».
Añadió que su cadáver fue sacado del recinto y arrojado con los cuerpos de otras cinco personas en las inmediaciones del Cementerio Metropolitano cerca de una vía férrea, en el sector sur de Santiago.
