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El regreso de un ‘patricio’

No cumplió su promesa de estar cuatro años fuera de la política. Es que en un partido sin muchos rostros, tener la visibilidad que da la alcaldía de Santiago puede ser un buen trampolín para saltar el 2014 a La Moneda. Hasta en su familia piensan que »Jaime merece más».


Por Felipe Saleh



"La ciudadanía manifiesta su oposición a que los dirigentes de los partidos sean los que elijan a los candidatos: los mismos de siempre por los mismos de siempre", dijo la noche del viernes Ximena Rincón. Sus palabras tenían sabor a derrota. No sirvió de nada empezar la campaña dos meses atrás repartiendo por material de campaña por toda la comuna. En poco más de 24 horas y sin abrir una urna, Jaime Ravinet es el más probable candidato y según la encuestas que consignan su amplia ventaja, el próximo alcalde de Santiago. Aunque ha declarado estar dispuesto a competir en primarias, entre sus colaboradores reconocen que "humillaría" a su contrincante.



Cheque a fecha

Más que un ciudadano, Ravinet (61) es un "patricio", influyente como los de la antigua casta romana. Militante de la DC desde los 14 años, el selecto grupo de falangistas que firmó la carta en la que piden su proclamación, demuestra con quién se le puede asociar en la falange. Dos ex presidentes: Aylwin y Frei. Los emblemáticos Gabriel Valdés y Fernando Castillo Velasco. "Ravinet es Ravinet", reconoce el abogado Jorge Navarrete Poblete, uno de los militantes jóvenes que junto a Clemente Pérez también firma la carta. En el partido, la opción de un candidato presidencial es cada vez más lejana. Teniendo en cuenta la caída de Soledad Alvear en las encuestas, Jaime Ravinet "aparece como una figura en un lugar visible con proyección presidencial", comentan en la DC.



Esa es la palabra que más le gusta a él. Ravinet siente que tiene porte de estadista. No alcanzó a cumplir la promesa de estar por cuatro años fuera de la política. La tentación de ser "el alcalde del Bicentenario", fue más fuerte. Lo confesó apenas Lavín, el único que lo superaba en las encuestas, le dejó la cancha despejada. La mayoría de sus cercanos se encarga de alimentar las aspiraciones presidenciales. Los más entusiastas están en su familia, donde son diez hermanos en total, de los tres matrimonios de Alfredo Ravinet, el padre. Ahí piensan que su capital político es tan alto que se puede esperar lo que sea. "Jaime está preparado y merece más", dice uno de ellos.



La plata es lo de menos



Entre sus incondicionales se cuenta su socio en el rubro minero, Pedro Buttazzoni, reconocido financista de la DC y hasta abril, secretario ejecutivo de la Comisión Bicentenario.



Precisamente junto a él son los socios chilenos, desde los años ’70, de la empresa Geotec Boyles, que explora un yacimiento de gas en el golfo de Arauco. También es director de una filial de Aguas Andinas y de la concesionaria de carreteras hispana CINTRA. Además de otros intereses menos notorios en el rubro frutero y vitivinícola. Aunque ha dicho "tengo varios ceros menos que Piñera", dispone de dinero suficiente como autofinanciarse cualquier campaña e inevitablemente ser comparado con el candidato de la Alianza.



El país de la Jupi



Aunque los padres de ambos fueron amigos, Ravinet no comparte la visión de política de Piñera de que la DC está inclinada a la derecha. Su referente político es Jacques Chirac (la familia es originaria de Lyon), a Álvaro Uribe, el presidente de Colombia, "lo encuentra fascista", dice alguien de su entorno, donde también ha expresado su molestia "porque en el Chile mande la Jupi", comenta un cercano. En público, criticó la "izquierdización" del gobierno y este domingo dijo estar extrañado de las "decisiones blandas" de otro de sus amigos, el ministro de Interior Edmundo Pérez Yoma, que lo llamó antes de aceptar el cargo y a quién Ravinet se refiere en privado ahorrándose el segundo apellido.



Aunque por su temperamento conservador criticó la "firmeza" de algunas decisiones ministeriales, no quita su apoyo total a la Concertación. Preocupado por la escisión del partido que provocó Adolfo Zaldívar, durante un almuerzo familiar le pidió a su hermano, sicoanalista en el Hospital San José que le hiciera un diagnóstico clínico al presidente del Senado.



Ravinet no es de muchos amigos, pero sí de relaciones largas, y estratégicas. A Lagos recién lo conoció en el gobierno. Con Insulza en cambio, son amigos desde que ambos estudiaban Derecho en la Universidad de Chile y se juntan cada vez que el Secretario General de la OEA viene a Chile.



Jaime Ravinet quizás tenga la última oportunidad de mostrar fuera de las cuatro paredes de su casa, que puede ser presidente y que Santiago no es una maldición para los que sueñan con La Moneda. Por ahora, espera relajado desde su oficina en el piso 26 del Hotel Marriot, que el partido lo proclame, lo que podría ocurrir en cualquier momento.




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